Sangüesa-Zangoza

Sangüesa, en Navarra, se ha consolidado como una etapa importante de la ruta jacobea desde mediados del siglo XII. Su origen y desarrollo están íntimamente ligados al Camino de Santiago, así como a su situación estratégica en una encrucijada de caminos entre la Montaña y la Ribera, lo que propició asentamientos humanos en la zona desde época romana. La villa combina historia, patrimonio monumental y tradición jacobea, convirtiéndose en un punto de paso fundamental para los peregrinos que recorren la ruta hacia Compostela.

Historia

Entre 1089 y 1093, el rey navarro-aragonés Sancho Ramírez construyó un puente sobre el río Aragón, con el objetivo de facilitar el paso de peregrinos y viajeros. Junto al puente levantó un palacio y una iglesia, sentando las bases del nuevo núcleo urbano que reemplazaría a la antigua Sangüesa Vieja o Rocaforte. Este puente determinó la creación de la Rúa Mayor, la arteria principal de la villa medieval, eje alrededor del cual se proyectó toda la planificación urbana de Sangüesa. Posteriormente, Alfonso I el Batallador concedió el fuero de Jaca, impulsando el crecimiento de la villa y consolidándola como cabeza de Merindad.

El Camino de Santiago fue un factor decisivo en el desarrollo de la villa, pues Alfonso el Batallador buscaba establecer un centro de población en la ruta jacobea procedente de Somport y Jaca. La primitiva iglesia de Santa María y el palacio adyacente fueron donados en 1131 a los sanjuanistas, quienes se encargaron de la atención a los peregrinos, dando origen a la construcción del actual templo de Santa María. Junto al templo, se levantó el hospital de Santa María o de San Juan de Jerusalén, dedicado a ofrecer cuidado espiritual y corporal a los caminantes. En su época de esplendor, Sangüesa llegó a contar con trece hospitales para peregrinos, demostrando la importancia de la villa en la ruta jacobea.

Patrimonio

El patrimonio de Sangüesa se articula en torno al Camino de Santiago y a sus edificios históricos. La Iglesia de Santa María de Sangüesa destaca como emblema de la villa, situada al borde del Camino junto al puente sobre el río Aragón. Su construcción combina elementos románicos y góticos, y en su interior alberga capillas y esculturas que narran la historia de los peregrinos. La Rúa Mayor, eje de la villa medieval, conserva casas señoriales, palacios y soportales que reflejan la prosperidad urbana y la vida cotidiana de la Edad Media. Entre estos edificios civiles se encuentran varias casas nobles y antiguas residencias que aún muestran la riqueza decorativa de la época. El puente medieval sobre el río Aragón sigue siendo un símbolo histórico de la conexión entre pueblos y rutas, mientras que los restos del hospital de San Juan de Jerusalén recuerdan la labor de asistencia a los peregrinos. Este conjunto de patrimonio religioso y civil permite apreciar la importancia de Sangüesa como villa jacobea, así como la armoniosa relación entre historia, arquitectura y Camino.

El Camino de Santiago en Sangüesa

El paso del Camino Francés atraviesa la villa por la Rúa Mayor, cruzando el puente medieval y acercando al peregrino a la iglesia de Santa María y a los restos del hospital de San Juan de Jerusalén. La combinación de patrimonio, servicios y hospitalidad convierte a Sangüesa en una etapa estratégica donde los caminantes encuentran albergue, orientación y descanso. El albergue municipal de peregrinos abre de lunes a domingo (excepto diciembre y enero), con horario de entrada de 12:00 a 18:00 h y salida de 6:00 a 9:00 h, ofreciendo comodidad y atención a los viajeros de la ruta jacobea.

Festividades y Tradiciones

Sangüesa mantiene activas sus tradiciones religiosas y jacobeas, reflejando su identidad histórica y cultural. Las celebraciones en torno a la iglesia de Santa María recuerdan la labor de los sanjuanistas y el paso de peregrinos, mientras que las procesiones y actos vinculados al Camino de Santiago evocan la hospitalidad y el cuidado hacia quienes recorren la ruta. La villa también conserva ceremonias locales que combinan elementos religiosos, culturales y comunitarios, creando un ambiente festivo que permite a vecinos y visitantes revivir la historia y la tradición de Sangüesa mientras recorren sus calles y plazas. Estas festividades muestran la continuidad de la cultura jacobea y refuerzan el carácter histórico de la villa como un lugar de encuentro entre el pasado medieval y la vida contemporánea.

Actualidad

Hoy Sangüesa combina su rico patrimonio con una infraestructura adecuada para turistas y peregrinos, incluyendo albergue, oficinas de turismo y señalización del Camino. La villa ofrece experiencias culturales, rutas patrimoniales y gastronomía local, convirtiéndose en un destino que combina historia, tradición y modernidad para quienes recorren el Camino de Santiago.