Portomarín recibe al peregrino como una villa que emerge de la historia y del paisaje, pues su actual emplazamiento es el resultado de un traslado monumental que salvó del agua las piedras más valiosas del antiguo pueblo sumergido por el embalse de Belesar; así, al ascender por la escalinata hacia la plaza mayor el visitante descubre una mezcla armoniosa entre la arquitectura románica reconstruida y las huellas de un pasado jacobeo que sigue marcando la vida cotidiana, de modo que hoy Portomarín actúa como núcleo de servicios para el Camino, mirador sobre la Ribeira Sacra y punto de encuentro entre naturaleza, viticultura y patrimonio.

Historia

La villa, situada sobre el valle del río Miño, posee una historia marcada por el paisaje, el agua y el Camino de Santiago. Los primeros asentamientos de la zona se remontan a época romana, cuando el río ya era un punto estratégico para las comunicaciones entre Lugo y el interior de Galicia. Con la llegada de la Edad Media, Portomarín se consolidó como un enclave fundamental en la ruta jacobea gracias a su famoso puente romano-medieval, uno de los más célebres del Camino Francés.

El antiguo Portomarín estaba formado por los burgos de San Pedro y San Nicolás, hoy sumergidos bajo el embalse de Belesar. A mediados del siglo XX, antes de la inundación, algunos de los edificios más valiosos se trasladaron piedra a piedra al emplazamiento actual, un hecho histórico único en Galicia. Este traslado convirtió a Portomarín en un ejemplo de conservación patrimonial frente a los cambios del territorio.

El municipio pertenece también a la Ribeira Sacra lucense, una de las comarcas vitivinícolas más antiguas de Galicia, donde la tradición del vino se entrelaza desde hace siglos con la vida de monasterios y aldeas.

Patrimonio

El patrimonio de Portomarín se articula en torno a piezas de alto valor histórico y paisajístico, empezando por las iglesias de San Nicolás y San Pedro, que fueron cuidadosamente desmontadas y reconstruidas piedra a piedra para evitar su pérdida bajo las aguas del Miño, por tanto estas construcciones no solo atesoran interés artístico sino que son también testimonio del esfuerzo colectivo por conservar la memoria; a su lado, las calles empedradas, los soportales y las casas tradicionales con balcones de madera conforman un escenario urbano que permite reconocer la fisonomía de una villa medieval readaptada a los tiempos modernos, mientras que la presencia de antiguos caminos, puentes y restos de la Encomienda de San Xoán recuerdan la función asistencial e histórica que Portomarín desempeñó durante siglos en la ruta jacobea; además, el entorno natural de la Ribeira Sacra y las terrazas de viñedo ofrecen un patrimonio vivo que se descubre en miradores sobre el río y en las bodegas locales, por lo que el visitante puede combinar el interés arquitectónico con experiencias enogastronómicas y paseos por paisajes fluviales únicos.

El Camino de Santiago

Portomarín es uno de los puntos más emblemáticos del Camino Francés en Galicia. El recorrido de la ruta a su paso por el municipio abarca 13 km, desde Monteagra hasta Ventas de Narón.

La entrada en el pueblo es una de las escenas más recordadas por los peregrinos: un descenso hacia el valle del Miño, la visión del puente moderno y la llegada a la monumental escalinata que conduce al casco histórico. Bajo las aguas del embalse reposan los restos del antiguo puente medieval, el hospital de peregrinos y la antigua Encomenda de San Xoán, lugares que durante siglos ofrecieron refugio y protección al caminante.

Tras cruzar Portomarín, el trayecto asciende hacia el monte San Antonio y continúa por aldeas con tradición jacobea como Gonzar, Castromaior —con su castro prerromano e iglesia románica— y Hospital da Cruz, donde existió un hospital medieval. Finalmente, el peregrino abandona el municipio en Ventas de Narón, lugar marcado por la histórica ermita de la Magdalena.

Portomarín es hoy una de las localidades del Camino con mayor afluencia, ofreciendo servicios, alojamientos y espacios de descanso pensados para quienes avanzan hacia Compostela.

Festividades

Las festividades del municipio combinan la devoción tradicional con la dimensión social y turística, de manera que la Virgen de las Nieves, celebrada en agosto, configura el calendario festivo con procesiones, actos culturales y actividades populares que reúnen a vecinos y peregrinos; asimismo, las romerías parroquiales y las fiestas de las distintas parroquias del municipio mantienen vivas las tradiciones locales, y por otra parte eventos como la Fiesta del Aguardiente o jornadas dedicadas al vino y a la gastronomía ponen en valor los productos locales y atraen a visitantes interesados en la cultura del territorio; finalmente, estas celebraciones, lejos de ser solo actos puntuales, funcionan como plataformas de dinamización económica y social, por cuanto favorecen el comercio local, el turismo y el intercambio cultural entre quienes recorren el Camino y las comunidades que aquí viven.

Actualidad

Hoy en día, Portomarín es una Villa Jardín, reconocida por tener la mayor superficie de zonas verdes por habitante del casco urbano en Galicia. Parques como los de Manuel de Blas, Antonio Sanz o Agustín del Río ofrecen espacios de descanso para vecinos y peregrinos.

El municipio apuesta por un desarrollo sostenible que combina naturaleza, patrimonio y turismo. Su economía gira en torno al sector servicios, el Camino de Santiago, la viticultura de la Ribeira Sacra y los deportes náuticos como vela o piragüismo, muy presentes gracias al embalse del Miño.

Como punto estratégico en la red de etapas del Camino, Portomarín se ha convertido en un lugar donde miles de peregrinos se encuentran cada año, disfrutando de la hospitalidad local, su gastronomía, sus vinos y el paisaje único de la ribera del Miño.

Mapa de localización

Previsión meteorológica

Últimas Noticias de Portomarín

Próximos Eventos en Portomarín

Ir a Arriba