Monterroso, situado en pleno corazón de la comarca lucense de A Ulloa, se presenta como un municipio en el que la historia, la tradición rural gallega y el Camino de Santiago conviven armónicamente. Rodeado de suaves colinas, bosques centenarios y tierras fértiles que desde antiguo han sustentado modos de vida ligados al campo, Monterroso se ha consolidado como un lugar donde el pasado se hace visible en cada iglesia, en cada pazo y en cada cruceiro. Su estratégica ubicación, muy próxima al trazado histórico del Camino Francés, ha favorecido durante siglos la llegada de peregrinos, comerciantes y familias nobles, lo que explica la riqueza artística, arquitectónica y cultural que aún hoy define su identidad.

Historia

La historia de la localidad galega hunde sus raíces en épocas muy tempranas, aunque la primera referencia documental conocida data del año 572, cuando se confirma la división de la diócesis lucense en doce condados. Investigaciones posteriores señalan que el territorio de Monterroso se correspondía en aquel momento con buena parte de la comarca de A Ulloa, abarcando lo que hoy son los municipios de Antas de Ulla y Palas de Rei, y extendiéndose incluso hacia la Terra de Melide y la ribera del Miño. Esta amplitud territorial permite comprender la importancia que estas tierras tuvieron desde época altomedieval.

En cuanto a su nombre, este procede de las formas latinas monte(m) russu(m) o monte(m) russeu(m), las cuales remiten al color rojizo de la tierra y también al tono de las urces y carrascas que poblaban sus montes. Aunque esta denominación no aparece hasta mediados del siglo XII y en un principio se refería únicamente a un monte, su aplicación posterior a un asentamiento humano demuestra el proceso de consolidación poblacional de la zona.

A partir de la Edad Media, Monterroso se convirtió en un territorio de gran relevancia, lo que queda demostrado por la presencia de numerosas familias nobles gallegas. Los pazos, casas torre y fortalezas que aún hoy se conservan exhiben los blasones de linajes como los Ulloa, Traba, Andrade, Noguerol o Salado, cuyos vínculos con estas tierras favorecieron tanto su desarrollo económico como la aparición de un singular patrimonio arquitectónico.

Patrimonio

El patrimonio de Monterroso destaca por su excepcional variedad y por su magnífico estado de conservación, lo que convierte al municipio en un auténtico museo al aire libre. La abundancia de pazos señoriales, iglesias románicas y torres medievales permite recorrer, de forma casi ininterrumpida, varios siglos de la historia de Galicia.

Entre los elementos más singulares se encuentra el Pazo de Laxe, también conocido como Casa Torre de Monterroso, una construcción del año 1520 atribuida a Alonso de Gundín y a su esposa. Este edificio, que combina elementos defensivos y residenciales, presenta una torre cuadrangular de tres plantas y una capilla con portada románica. Sus jardines aún conservan las antiguas cadenas del señorío de Rosende, lo que refuerza su valor simbólico dentro del patrimonio local.

Del mismo modo, la Iglesia de Esporiz, datada en el siglo XIII, constituye un excelente ejemplo del románico rural gallego, ya que conserva su estructura original y muestra la sobriedad y solidez características del estilo. También merece ser destacada la antigua configuración señorial del Pazo de Podente, que, pese a haber evolucionado hacia una arquitectura más ligada a las labores agrarias, mantiene elementos como su corredor tradicional y escudos vinculados con familias como los Rivera y los Salado.

La Torre de Penas añade otra pieza de enorme relevancia, pues se trata de una de las torres medievales mejor conservadas de la provincia de Lugo. Su estructura, compuesta por tres plantas, parece haber formado parte de un sistema de comunicación mediante señales que la conectaba con la torre de Amarante. Otros elementos como los restos de la Torre de Fente, en su momento utilizada como cárcel, o la extraordinaria Iglesia de Novelúa, considerada uno de los monumentos religiosos más representativos del municipio, enriquecen todavía más la oferta patrimonial.

A ello se suma la heráldica municipal, cuyo escudo —aprobado en 1998— recoge los seis castros y seis fortalezas documentadas en el territorio, así como los colores rojo y amarillo asociados al linaje de los Ulloa. De este modo, el emblema sintetiza la identidad castreña, señorial e histórica del municipio.

El Camino de Santiago

La influencia del Camino de Santiago en Monterroso resulta innegable. Entre los siglos XII y XIII se levantaron aproximadamente veinte iglesias románicas en todo el municipio, muchas de ellas vinculadas directamente al paso de peregrinos que transitaban desde Ventas de Narón hacia Ligonde, uno de los enclaves jacobeos más significativos de Galicia.

El recorrido jacobeo dejó huellas visibles en forma de cruceiros, que no solo actúan como señales territoriales y religiosas, sino también como elementos de memoria histórica. El cruceiro de Lameiros, situado en pleno Camino y cercano a Ligonde, constituye uno de los más destacados, ya que incluye una inscripción vinculada al linaje de los Ulloa y representaciones de Cristo y la Virgen de los Dolores. Otros cruceiros, como los de Fente, Frameán o San Breixo, completan un paisaje cultural íntimamente unido a la tradición peregrina.

La hospitalidad rural, la existencia de antiguos lugares de acogida y la memoria colectiva ligada a los caminantes muestran hasta qué punto el Camino contribuyó a moldear la identidad de Monterroso. Incluso hoy, muchos de sus paisajes, templos y aldeas conservan un ambiente plenamente jacobeo que interpela al viajero.

Festividades

Las festividades del municipio combinan tradición, identidad local y una intensa participación vecinal. Uno de sus eventos más emblemáticos es la Feira de Santos, celebrada cada 1 de noviembre. Considerada una de las ferias más antiguas de Galicia, atrae cada año a miles de visitantes gracias a la mezcla de productos agrícolas, ganaderos, artesanales y gastronómicos que la caracterizan. Su historia se remonta varios siglos atrás y constituye un reflejo de la vitalidad económica y social del municipio.

A lo largo del año, las parroquias del término municipal celebran numerosas romerías y fiestas patronales, en las que la música tradicional, la gastronomía local y los rituales religiosos desempeñan un papel fundamental. Estas celebraciones mantienen vivas las costumbres rurales y refuerzan los lazos comunitarios, al tiempo que ofrecen al visitante la oportunidad de conocer una de las expresiones más auténticas de la cultura gallega.

Actualidad

En la actualidad, Monterroso continúa avanzando hacia un modelo de desarrollo que combina la preservación de su patrimonio con la dinamización económica y cultural. La restauración de edificios históricos, la puesta en valor de su patrimonio románico y la revitalización de su caserío tradicional contribuyen a consolidar un creciente interés turístico. Asimismo, la relevancia del Camino de Santiago, que sigue siendo un motor socioeconómico, ha impulsado la actividad hostelera y comercial, especialmente en las parroquias próximas al trazado del Camino Francés.

Por otro lado, el municipio desarrolla iniciativas culturales, deportivas y comunitarias que refuerzan su identidad local y promueven la participación ciudadana. La celebración anual de la Feira de Santos, junto con actividades vinculadas a la música, el patrimonio y el Camino de Santiago, convierte a Monterroso en un enclave de referencia dentro de la Galicia interior. De este modo, el municipio ofrece un equilibrio perfecto entre tradición y modernidad, presentándose como un destino acogedor, lleno de historia y con un futuro cargado de oportunidades.

En el siguiente enlace puedes ver y descargar un folleto del Camino Francés en Galicia. Elaborado por la Mancomunidad de Ayuntamientos del Camino Francés:

http://www.monterroso.es/sites/default/files/folletos/camino_frances._camina_cos_sentidos.pdf