Camino de Santiago
A poco más de 10 km de Sahagún, el peregrino jacobeo que haya elegido la pista de tierra paralela al Real Camino Francés, llegará a Bercianos del Real Camino. Una localidad cuyo nombre hace referencia a la repoblación con habitantes originarios de la Comarca del Bierzo. Enclavado en pleno Camino de Santiago, Bercianos se sitúa en la primera etapa de la Ruta Jacobea en tierras de León: Los peregrinos caminan de Sahagún a Calzada del Coto y después a Bercianos del Real Camino para proseguir ruta hacia El Burgo Ranero.
Hospitaleros Voluntarios
Desde el año 2002, se encuentra en Bercianos uno de los primeros albergues de peregrinos que los Hospitaleros Voluntarios del Camino de Santiago han puesto en marcha en el tramo leonés. De titularidad parroquial, dispone de siete plazas y está abierto durante todo el año.
El Ayuntamiento de Bercianos ha cedido a los Hospitaleros Voluntarios, junto con el párroco de la localidad, D. Aníbal, la antigua Casa Rectoral, que data del año 1850 y están rehabilitando. Las personas que llegan hasta el pueblo en busca de reposo son alojadas en este albergue, cuyas características detallamos a continuación.
José María Nekane y María Antonia, un matrimonio guipuzcoano, son los voluntarios que nos mostraron el albergue. Han atendido a las personas que recorren la Ruta Jacobea y recalan en Bercianos ansiosos de descansar. Además de atender a los peregrinos, dedican un tiempo a reconstruir el local, unas labores para las que también cuentan con la colaboración de otras personas de la zona y otros hospitaleros voluntarios, como Jorge que se pasa varias épocas del año como hospitalero en este albergue realizando importantes reformas.
Albergue de donativo
En este albergue no se cobra, y se mantienen con los donativos que dejan los usuarios. Los hospitaleros no reciben remuneración y se financian ellos mismos los viajes y gastos de comida. En el final del siglo XX hay muchas personas a lo largo del itinerario que intentan mantener viva esa hospitalidad jacobea que lo ha caracterizado durante mil años. Esta actividad permite descubrir una nueva dimensión de la peregrinación desde el punto de vista del servicio y la acogida. En definitiva, se trata de otra forma de peregrinar, sin andar, a través de los pies de aquellos con los que se comparte la mesa y una buena conversación.
Entre julio y agosto de 2002, se sanearon las paredes de la casa, el suelo y se reparó el tejado. Las personas se alojan en cuatro habitaciones con colchonetas, otra con literas, y en épocas de abundantes visitas, se habilita la parte antigua de la casa, que está en espera de rehabilitación.
Por último, el Camino Francés, que pasa por Bercianos del Real Camino, ha sido restaurado con un firme de grava apisonada, árboles, fuentes y bancos, exclusivo para los peregrinos.