Barrios de Colina

Puerta de los Montes de Oca y faro espiritual del Camino de Santiago

Situado a apenas 21 kilómetros al noreste de Burgos, el municipio de Barrios de Colina se extiende entre suaves lomas cerealistas y bosques de robles. Con una altitud media de 969 metros y una población cercana a los 55 habitantes, pertenece a la comarca de los Montes de Oca, una tierra cargada de historia y atravesada por el Camino Francés de Santiago.

El municipio está formado por tres núcleos: Barrios de Colina, Hiniestra y San Juan de Ortega, este último conocido en todo el mundo por su monasterio románico y su profundo simbolismo jacobeo.

Historia y patrimonio

Barrios de Colina tiene orígenes medievales y formó parte de la antigua Hermandad de Montes de Oca, documentada en el Censo de Floridablanca (1787). En esa época comprendía tres barrios —Colina, Milanés y Santiago—, con templos dedicados a Nuestra Señora del Pilar, San Martín y Santa Lucía.

Su entorno fue siempre paso natural de peregrinos y viajeros entre Burgos y La Rioja. La economía tradicional se ha basado en la agricultura del cereal y la ganadería, aunque en las últimas décadas el turismo rural y cultural ha cobrado importancia gracias al atractivo del Camino y al conjunto monumental de San Juan de Ortega.

San Juan de Ortega

Un faro espiritual en los Montes de Oca

Enclavado en plena naturaleza burgalesa, dentro del término municipal de Barrios de Colina, el pequeño pueblo de San Juan de Ortega mantiene viva la esencia del Camino de Santiago. Aunque cuenta con apenas una veintena de habitantes, su hospitalidad y su patrimonio lo convierten en un punto de encuentro universal. En los meses de primavera y verano, más de un centenar de peregrinos de todo el mundo pasan cada día por sus calles, aportando vida y diversidad cultural.

El legado del Santo

El origen del lugar está ligado a la figura de San Juan de Ortega (1080–1163), nacido como Juan de Velázquez en Quintanaortuño. Discípulo de Santo Domingo de la Calzada, dedicó su vida a facilitar el paso de los peregrinos, construyendo caminos, puentes y hospitales. En los solitarios Montes de Oca, fundó una iglesia dedicada a San Nicolás de Bari y un pequeño monasterio que, tras su muerte, continuó creciendo hasta convertirse en el complejo monacal que hoy admiramos.

Patrimonio y arte

El Monasterio de San Juan de Ortega reúne varios espacios de gran valor histórico y artístico: la iglesia monacal, la capilla del Santo, el claustro de los Jerónimos y el refugio de peregrinos, que conserva un delicado claustrillo de piedra rojiza.

Su joya más célebre es el Capitel de la Anunciación, obra maestra del románico. En él se produce un fenómeno único: dos veces al año, en los equinoccios de primavera y otoño (21 de marzo y 22 de septiembre), un rayo de sol ilumina lentamente las figuras del relieve, simbolizando el misterio de la encarnación. Este prodigio de luz, conocido como el milagro solar de San Juan de Ortega, atrae cada año a numerosos visitantes y estudiosos del arte y la astronomía.

Tradiciones y vida local

El municipio celebra sus fiestas principales el 2 de junio, aniversario del fallecimiento del Santo, con una romería popular que congrega a vecinos y peregrinos. El 6 de diciembre, la localidad honra a San Nicolás de Bari, patrón del lugar, en un ambiente de recogimiento y celebración.

Barrios de Colina y San Juan de Ortega hoy

Hoy, Barrios de Colina y sus pedanías son un refugio de paz y naturaleza, donde el paisaje castellano se funde con la historia monacal y la tradición jacobea. Desde sus senderos, el viajero puede sentir el silencio de los Montes de Oca y el eco de siglos de espiritualidad.

Caminar por San Juan de Ortega es revivir el espíritu del Camino: un lugar donde arte, fe y naturaleza se encuentran en perfecta armonía.