

Bargota
Entre leyendas, piedra y magia navarra
Bargota es un pueblo de trazado irregular y bien cuidado, con calles que conservan el sabor de la arquitectura tradicional y edificios blasonados como Casa Linterna o el propio Ayuntamiento. En su entorno se encuentra el yacimiento protohistórico de El Castejón, testimonio de las primeras huellas humanas en la zona, vinculadas a la cultura celta.
Historia
Durante la Edad Media, Bargota vivió los efectos de las guerras entre Navarra y Castilla, perdiendo su independencia municipal cuando, en 1219, el rey Sancho VII el Fuerte decidió agregarla a la villa de Viana junto con otros pueblos fronterizos, con el fin de reforzar la defensa del reino.
Sin embargo, Bargota mantuvo durante siglos su deseo de autogobierno. Tras numerosos intentos, consiguió recuperar su independencia en 1818, tanto en el ámbito administrativo como eclesiástico.
Existió también un monasterio de origen templario, demolido en 1724 por orden de las Cortes de Navarra, que argumentaron que servía de refugio a delincuentes. En la Primera Guerra Carlista, la pradera junto a la ermita de la Virgen del Poyo fue escenario de intercambios de prisioneros entre liberales y carlistas, procedentes de las cárceles de Logroño y Estella.
El Brujo de Bargota
La historia de Bargota está inseparablemente unida a la figura legendaria de Johanes, conocido como el Brujo de Bargota.
Hombre ilustrado y curioso, estudió en Salamanca, donde aprendió artes de prestidigitación y alquimia que luego practicaba en su pueblo, alimentando la imaginación popular. Las leyendas le atribuyen poderes sobrenaturales, como el de volar entre nubes, desmembrarse a voluntad o convertir a otros en animales. Se dice incluso que ayudó al famoso bandido Juan Lobo a transformarse en gato para escapar de la justicia.
Hoy, Johanes es símbolo de la identidad cultural de Bargota y da nombre a las Jornadas de la Magia y la Brujería, una de las celebraciones más singulares de Navarra.
Bargota hoy
Orgullosa de su pasado y de su aire misterioso, Bargota combina patrimonio, leyenda y hospitalidad. Su entorno natural, su riqueza histórica y su vinculación al Camino de Santiago la convierten en un destino ideal para quienes buscan tradición, naturaleza y un toque de magia en el corazón de Tierra Estella.





