Aísa

Aísa en la Jacetania

Aísa es un municipio aragonés situado en la comarca de La Jacetania, en la provincia de Huesca. Pertenece al partido judicial de Jaca. En su término municipal se integran también los núcleos de Candanchú, Esposa y Sinués.

El municipio limita al norte con Ansó, al este con Canfranc, Villanúa y Borau, al sur con Jaca, y al oeste con Valle de Hecho, Aragüés del Puerto y Jasa. Su territorio, de carácter eminentemente pirenaico, combina prados de altura, bosques de hayas y abetos, y algunos de los paisajes más emblemáticos del valle del Aspe y del entorno del Macizo de Aspe y el Valle de Aísa.

Summus Portus

Los peregrinos que confluían en la Ruta Jacobea procedentes del Bearne y Olorón atravesaban el Pirineo por el puerto de Aspe hasta Somport, a 1.640 metros de altitud. Este punto, denominado en latín Summus Portus (“lo más alto del puerto”), fue desde la Antigüedad uno de los pasos más transitables del Pirineo Central. Los romanos ya lo eligieron para construir una calzada que comunicaba Hispania con la Galia.

Durante la Edad Media, varios hospitales atendían a los peregrinos que cruzaban el puerto, aunque el trayecto seguía siendo duro, sobre todo en invierno, cuando las ventiscas, los osos, los lobos o los salteadores de caminos podían convertir la jornada en una auténtica prueba de fe.

En lo más alto de la vía se levantaba un crucero conocido como la Cruz de San Port, que desapareció en el siglo XVI. En su lugar se erigió en 1992 la actual Ermita del Pilar, sobre un peñasco coronado por la cruz de Santiago.

Desde ese punto, ya en la vertiente aragonesa, se divisaban el Hospital de Santa Cristina de Somport y el Castillo de Candanchú (antiguo Camp d’Anjou), que vigilaban y protegían el primer tramo del Camino Jacobeo por tierras hispanas. El castillo, construido en un desfiladero con funciones defensivas y aduaneras, gozaba del llamado “derecho de Rota”, que le permitía quedarse con una parte de las mercancías a cambio de mantener limpia de nieve la vía. Fue abandonado en el siglo XVI.

Aunque el tránsito de peregrinos disminuyó a partir de esa época, el Camino del Somport siguió siendo una vía comercial importante entre Francia y España. Su relevancia se vio reforzada en 1876 con la finalización de la carretera transfronteriza, y ya en el siglo XX, con la inauguración del ferrocarril internacional de Canfranc en 1928.

En Candanchú, la nieve se convirtió en fuente de prosperidad con la aparición del esquí y la creación de una de las primeras estaciones invernales de España, hoy un referente histórico de este deporte en el Pirineo aragonés.

Hospital de Santa Cristina 

El Hospital de Santa Cristina de Somport se encontraba a pie de puerto, a unos 1.520 metros de altitud, junto a la antigua calzada romana. Rodeado por extensos pastos donde veraneaban miles de cabezas de ganado, ofrecía refugio, alimento y asistencia a los peregrinos exhaustos antes de continuar hacia Jaca, primer gran hito del Camino Aragonés.

Sus orígenes no están del todo documentados, pero ya en el siglo XII aparece mencionado en el Libro de las Peregrinaciones del Códice Calixtino, donde se lo considera uno de los tres hospitales más importantes de la Cristiandad, junto con los de Jerusalén y Mont-Joux (Gran San Bernardo).

“Están situados estos hospitales en puntos de verdadera necesidad; son lugares santos, templos de Dios, descanso para los necesitados, alivio para los enfermos, salvación de los muertos y auxilio para los vivos.”

Liber Sancti Jacobi. Codex Calixtinus, c. 1140, libro V, cap. IV.

En la actualidad, los restos del hospital forman parte del Parque Natural de los Valles Occidentales y del Camino de Santiago Aragonés, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Los visitantes pueden contemplar los vestigios arqueológicos y un pequeño centro interpretativo que recuerda la importancia histórica de este enclave en la red de hospitales medievales del Camino.