El 25 de agosto, en la catedral de Jaca, hemos asistido a la inauguración del órgano restaurado Hermenegildo Gómez-1860.

El acto ha incluido la bendición del órgano por el obispo de la diócesis de Jaca don Julián Ruiz Martorell tras el que se ha disfrutado de un concierto inaugural ofrecido por don Jesús Gonzalo López organista responsable del proyecto de restauración y de su supervisión técnica.

La restauración ha sido financiada en su totalidad por el empresario aragonés César Alierta al que, en agradecimiento, se ha dedicado una placa homenaje.

El acto ha causado expectación y ha reunido a una gran parte de ciudadanos y visitantes, que abarrotaron la catedral. Entre las autoridades, Juan Ramón, alcalde de Jaca y secretario de la AMCS.

Tras el saludo del deán, Valentín Garcés, la presentación del acto corrió a cargo de Domingo-Jesús Lizalde Giménez, canónigo organista de la catedral de Jaca.

En su intervención ha recordado que fue en 1990 cuando llegó a la canonjía del órgano y que junto al sacerdote Luis Galindo Bisquer se ocupó de él con dedicación, manteniéndolo operativo, lo que entrañaba “el acompañamiento litúrgico de los oficios y servicios religiosos de la Catedral y de la parroquia”.

Dos años después, “viendo las deficiencias estructurales y sonoras” elaboró un informe para el cabildo catedralicio y para la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón ante el cual “nos dieron su autorización para llevar a cabo una remodelación y limpieza”. Fue el sacerdote Luis Domingo Bisqués, organero y organista de la catedral, el encargado de llevar a cabo la puesta a punto, financiada en su totalidad por el Cabildo; más tarde, en el 2001, fue restaurada la caja del órgano.

En el año 2006 el Gobierno de Aragón encargó al organista investigador Jesús Gonzalo un nuevo proyecto de restauración que ha sido ejecutado diez años después por la empresa Acitores organería y artes S.L. taller en Torquemada (Palencia), bajo la dirección del maestro organero Federico Acitores.

Este proyecto se valoró en 388 euros, pero quedó, en un principio, sin ejecutar hasta que el empresario César Alierta Izuel se interesó por el asunto en abril de 2017 y decidió financiarlo personalmente en memoria de sus abuelos maternos, Mariano Izuel y Franciasca Labat, grandes admiradores de la catedral de Jaca y de su órgano.

Jesús Gonzalo intervino en el acto para hacer un repaso de la historia del órgano en la catedral de Jaca destacando lo excepcional del testimonio de su presencia durante mil años: sería desde el 1080 en el capitel del Rey David donde aparece un “organico con ocho notas y tres tubos por nota”.

Tenemos documentación de diferentes órganos y sus organeros desde el siglo XV, pero destaca el de 1703 de fray Domingo Aguirre, «probablemente el mejor organero de España del momento», del que el actual conserva la magnífica caja. El actual, el de Hermenegildo Gómez, es de 1860. Reformas de principios del XX y su traslado al ábside en 1919, desordenaron el instrumento, que requirió de nuevas intervenciones.

Se maravilla aún Jesús Gonzalo del “arte sonoro y mecánico” que se reúne en este portentoso instrumento…

En su intervención, Francisco Acitores, ha destacado la dificultad de una restauración en la que se ha conservado el modelo de Hermenegildo Gómez, que incorpora elementos modernos, pero respetando elementos del clásico: por fortuna, se ha podido recuperar tubería original del órgano de fray Domingo.

Ha sido este uno de los trabajos más laboriosos de su trayectoria profesional “por el estado del  material conservado y por la importancia de mantener su trayectoria evolutiva”. Con mil ochocientos treinta y dos tubos y más de treinta mil piezas, en total, el órgano le ha requerido a su equipo unas doce mil horas de trabajo, lo que nos da una idea de la envergadura del proyecto.

El acto terminó con el concierto de Luis Gonzalo, que interpretó un repertorio de la escuela romántica española para órgano; y con el reconocimiento a César Alierta Uzuel. Los representantes de la diócesis expresaron su agradecimiento hacia la magnanimidad del donativo y declararon el deseo de ofrecer el órgano no solo para el culto sino también para la cultura.

Posaron para la AMCS Jesús Lizalde, Federico Acitores y Luis Gonzalo (de izquierda a derecha, según aparecen en la fotografía)