Se encuentra en una suave pendiente entre los ríos Cea y Valderaduey. La situación geografía gráfica de Sahagún, en plena Via Trajana, ha marcado su devenir convirtiéndose en cuna de reyes, santos y sabios. En la época romana ya gozó de una extensa actividad gracias a este excelente emplazamiento en plena Vía entre la Legio VII e Italia; Vía que conducía a Astorga, Zaragoza y Tarragona. Actualmente conocida como el ‘centro geográfico’ del Camino de Santiago Francés, fue una gran urbe medieval, como queda constancia en la actualidad en el rico patrimonio monumental que hoy en día conserva. Su extensa historia jacobea se siente en cada rincón, con un ambiente peregrino único que invita a explorar sus calles y monumentos ligados a esta milenaria ruta. De esta manera, se ha convertido en paso obligado en el Camino de Santiago y en la primera etapa del Camino dentro de León tras pasar por Palencia. El peregrino, en su largo recorrido, puede encontrar en Sahagún un lugar de descanso, al mismo tiempo que tiene la oportunidad de enriquecerse con la visita de los lugares más emblemáticos de la villa.

Sahagún cuenta con un notable patrimonio mudéjar. Pasear por sus calles es como viajar en el tiempo y descubrir la huella de diferentes épocas. Entre su patrimonio destaca el Monasterio Real de San Benito, declarado como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. En su día, era una abadía que se erigió en honor a los santos mártires Facundo y Primitivo, decapitados por los romanos. En el paseo por la localidad resalta también la iglesia de San Tirso, un edificio religioso que figura entre lo más representativo del arte románico-mudéjar castellano y leonés. Es más, sirvió de modelo, posteriormente, para la construcción de otras iglesias en el mismo municipio como el caso de la iglesia de San Lorenzo, un tempo de ladrillo que se convierte en otra joya del románico sahagunino. Su perfecta geometría de ladrillo morisco, presenta las mismas características arquitectónicas que San Tirso: planta, naves y ábsides, además de una magnífica torre de cuatro pisos que decrecen en altura. Otro de los imprescindibles en el patrimonio es el Santuario de la Peregrina, un convento franciscano fundado hacia 1257, que se sitúa en el extrarradio de la villa, asentándose sobre una colina. Llama también la atención el monasterio de San Pedro de las Dueñas, una construcción comenzada en piedra en 1087 y terminada en ladrillo en 1110. Planta basilical de tres naves separadas por arcos de medio punto, cubiertas con bóveda de cañón y crucería de ladrillo. Sobre el presbiterio de la capilla mayor se alza una torre de ladrillo cuadrada y sección decreciente. Cuenta con una colección notable de capiteles en su interior, además de un magnífico Cristo de Gregorio Fernández.

Gastronomía

Sahagún ofrece una interesante variedad de opciones gastronómicas. Allí se podrá disfrutar de la cocina tradicional leonesa, con platos contundentes y sabrosos, muchos de ellos elaborados con productos de la zona. Desde asados hasta legumbres, hay propuestas para todos los gustos en sus restaurantes y bares. El producto estrella de los platos de Sahagún son los puerros, característicos por su blancura, ternura y un sabor especial, que se lo deben al hecho de estar cultivados en los huertos regados por el río Cea, lo que marca su diferencia del resto. Los monjes de Cluny fueron los primeros en producir puerros en la comarca de Sahagún y los monjes del Convento Benedictino los que iniciaron su cultivo en toda la zona del Cea. Lentejas pardinas, alubias al estilo Sahagún, vino prieto picudo D.O. León, garbanzos y muelas, son otros de sus reclamos gastronómicos. Sahagún también es rica en platos de caza, donde los principales protagonistas son la liebre, las perdices, las codornices y los pichones. Junto a ellos, se pueden encontrar otras especialidades como los cangrejos, los caracoles, o todos los productos típicos de la matanza. Entre los clásicos, no pueden faltar su Galletas de Hierro, un dulce típico de la localidad, con una textura y un sabor únicos que las hacen irresistibles. Son perfectas para llevar como recuerdo o para disfrutar con un café.

Dentro de los momentos especiales que se viven a lo largo del año en la localidad, destaca su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional. Está profundamente arraigada con orígenes que se remontan al siglo XVI, y se vive con una intensidad especial. El fervor con el que se celebran estas fechas tiene su inicio en el Domingo anterior al de Ramos, conocido como ‘Domingo Tortillero’, con la subasta en la Cofradía de Jesús el Nazareno por el derecho a llevar los pasos procesionales. El Jueves Santo tiene lugar, después de las procesiones, una de las muchas tradiciones populares facundinas. A medianoche, los cofrades invitan a los asistentes a pan mojado con orujo. El Viernes Santo se inicia la procesión a las ocho de la mañana, pero antes de tal evento se coge en volandas a algún forastero y se golpea con sus pies contra la puerta de la parroquia para pedir la salida de los pasos. Al finalizar la procesión de nuevo la Cofradía convida a pan mojado con orujo.

Paula Conde, alcaldesa de Sahagún: «Una tierra de cultura, historia y tradiciones»

Sahagún tiene cultura, es historia y tradiciones. Una localidad viva con una atractiva e interesante oferta de actividades culturales a lo largo del año. Todo ello, se convierte en un gran reclamo para los visitantes y turistas que se acercan a conocernos. Sin lugar a duda, uno de los principales potenciales se sitúa en el Camino de Santiago. Una parada importante para los peregrinos que también tienen la oportunidad de conocer nuestro rico patrimonio histórico. El turismo es una de nuestras fortalezas, con una oferta monumental muy destaca, actividades arraigadas como la Semana Santa, y todo ello completado con una espectacular oferta gastronómica que no deja indiferente al visitante. En los bares y restaurantes del municipio se puede disfrutar de los productos más característicos de nuestra tierra, culminado con dulces que también son nuestra seña de identidad.

Sahagún es una localidad acogedora con aquellos peregrinos y turistas que nos visitan y que hacemos que se sientan como en casa. También, desde luego, es una tierra de oportunidades para aquellos que deciden quedarse a vivir aquí, y emprender un proyecto de vida. Es cabecera de comarca, y cuenta con todos los servicios necesarios para el día a día de sus habitantes. Trabajamos de forma incansable para que Sahagún sea una tierra de presente y, sobre todo, de futuro. Estamos llenos de proyectos para conseguir este reto: un lugar donde uno quiera vivir con todos los servicios a su disposición y que, además, se pueda disfrutar del medio rural.

Me gustaría aprovechar estas líneas para lanzar una invitación a conocer Sahagún. Ya sea porque se está completando el Camino de Santiago, por la curiosidad de conocer su rico patrimonio, por la decisión de disfrutar de alguna de sus actividades, por la intención de visitar a amigos o familiares… Las excusas son variadas para acercarse hasta nuestro municipio, y el resultado siempre es satisfactorio. Un lugar que conquista y al que casi todos, por no decir todos, quieren volver. Y también quiero enviar un mensaje a nuestras gentes, la buena gente que hay en nuestro municipio y en toda la comarca. Que saben disfrutar del medio rural y que han elegido quedarse a vivir aquí. Es una suerte para todos que el pueblo siga muy vivo y que, entre todos, sigamos trabajando para su proyección y mejora en el futuro más inminente.