Los vecinos de Borau están preparando un escrito de recogida de firmas para instar al departamento de Cultura del Gobierno de Aragón a que se adopte una solución definitiva al mal estado que presenta el monasterio de San Adrián de Sasabe.

La ermita románica del siglo XII, declarada monumento histórico-artístico en 1965, sufre un avanzado deterioro por las filtraciones y depósitos de agua que se acumulan en el interior del edificio, lo que impide su uso para el culto y las visitas turísticas.

La iglesia está situada en medio de un barranco y no cuenta con ningún sistema de desagüe ni canalización, así como de protección para evitar el arrastre de depósitos sólidos que puedan afectar a la estructura.

El monasterio de San Adrián de Sasabe es uno de los monumentos más significativos del románico aragonés, condición que contrasta con su estado de conservación y que frecuentemente provoca comentarios de sorpresa entre los numerosos visitantes que se acercan hasta este lugar. El alcalde de Borau, José María Jarne, reconoce que “esto es algo que no entienden las personas que vienen aquí”, y considera que el Gobierno de Aragón tiene que acometer una intervención urgente. En este sentido, señala que desde el departamento de Cultura se ha estado estudiando la posibilidad de trasladar el edificio hasta un punto próximo en el que quede libre de las escorrentías, aunque “de momento parece que se va a quedar ahí y se va tratar de sanearlo”.

Jarne también ha llamado la atención del mal estado en el que se encuentra la carretera de acceso hasta el monasterio, con el asfalto totalmente levantado y lleno de baches. Para el arreglo de esta vía rodada está previsto incluir una partida económica en el borrador del Plan Comarcal de Inversiones de la Jacetania que próximamente se elaborará para el ejercicio de 2001 (…)