Villadangos del Páramo se alza en la comarca de El Páramo, en la provincia de León, a unos 21 km de la capital provincial, a una altitud aproximada de 890–897 m sobre el nivel del mar y con una superficie de casi 45 km². Su paisaje, mezcla de campos de cultivo, llanuras del páramo y una tranquila vega, ha vivido a lo largo de los siglos cambios profundos, desde asentamientos antiguos hasta la agricultura moderna (gracias a los sistemas de riego), lo que le brinda un carácter rural con una historia persistente y una vida comunitaria activa. Hoy suma alrededor de 1.235 habitantes (2024).
Historia
Las raíces de Villadangos podrían encontrarse en asentamientos prerromanos — posiblemente astures — que fueron incorporados pacíficamente bajo dominio romano, según algunas tradiciones. Tras la invasión musulmana, la villa sufrió abandono hacia el año 714, y durante aproximadamente siglo y medio la meseta leonesa quedó despoblada. Hacia finales del siglo IX o comienzos del X, los reyes de León promovieron su repoblación mediante pequeños núcleos familiares, dando un nuevo impulso al asentamiento.
Un momento relevante fue en septiembre de 1111, cuando Villadangos se convirtió en escenario de un enfrentamiento armado entre facciones rivales —gallegos partidarios de la reina Urraca de León y aragoneses bajo el mando de Alfonso I el Batallador— que disputaban la posesión del Reino de León. El lugar donde tuvo lugar el conflicto fue conocido como “La Matanza”, y hoy esta memoria se mantiene viva mediante la recreación histórica en su tradicional Feria-Mercado Medieval.
Desde 1112 hasta 1580 el pueblo permaneció bajo la jurisdicción eclesiástica, para luego pasar a señorío civil. En 1788 el rey Carlos III de España concedió el título nobiliario de Marqués de Villadangos, distinción que se mantuvo hasta aproximadamente 1837.
Hasta finales del siglo XIX la economía local giró en torno a la ganadería menor —ovino y caprino— y una agricultura de subsistencia. La llegada del ferrocarril marcó un giro: alrededor de la estación surgió un núcleo conocido como “Barrio de la Estación”, donde surgieron industrias, comercios y talleres, lo que contribuyó a un notable crecimiento demográfico: hacia 1950 la población llegó a unos 700 habitantes.
El cambio agrario definitivo vino con la concentración parcelaria y la puesta en marcha del proyecto de “Riegos del Páramo” en 1967: gracias al agua proveniente del embalse de los Barrios de Luna, se construyó una red de canales y acequias que transformó las tierras de secano en regadío, impulsando la agricultura, ganadería y nuevos cultivos.
Hoy Villadangos integra a su municipio también a las pedanías de Celadilla del Páramo y Fojedo del Páramo, manteniendo una población cercana a los 1.200 habitantes.
Patrimonio
El patrimonio es un reflejo de su historia milenaria, su fe, su vida rural y su adaptación al paso del tiempo. Entre sus valores patrimoniales destacan la iglesia parroquial dedicada a Iglesia Santiago Apóstol, que combina devoción, historia y arte; edificada a finales del siglo XVII y principios del XVIII con base de canto rodado y argamasa, elevando su parte superior en ladrillo, su torre de espadaña data aproximadamente de 1707, año en que se fundieron dos de sus tres campanas actuales. Su interior alberga un retablo mayor de estilo churrigueresco cuya pieza central es una talla ecuestre del Apóstol Santiago con su espada alzada, rematada por un escudo con la Cruz de la Orden y conchas jacobeas, junto a lienzos que evocan escenas devocionales y legendarias como la Batalla de Clavijo, lo que evidencia el carácter históricamente santiaguista del pueblo. A su lado, las capillas laterales dedicadas a la Inmaculada Concepción y a las Ánimas del Purgatorio junto con diversas tallas y lienzos completan un conjunto artístico y devocional de alto valor.
Además, la estructura urbana tradicional del municipio —sus casas rurales, calles, caminos antiguos, la evolución del núcleo con la estación de ferrocarril— cuenta la historia de un pueblo que ha sabido adaptarse sin perder su esencia. Sus campos, huertas, los antiguos caminos de labranza y las tierras regeneradas tras los sistemas de regadío son parte de ese patrimonio agrícola vivo.
Otro elemento fundamental es la naturaleza: la recientemente valorada Laguna de Villadangos del Páramo —antigua laguna endorreica transformada en balsa mediante muros de tierra y pozos artesianos— hoy es un espacio protegido (Zona Húmeda de Interés Especial), hábitat de gran variedad de aves acuáticas y fauna silvestre, un pulmón natural que añade un atractivo ecológico y paisajístico al municipio.
Camino de Santiago
El Camino de Santiago atraviesa plenamente Villadangos del Páramo, integrado como pueblo jacobeo en la etapa tradicional del Camino Francés entre León y Astorga, una de las rutas más transitadas por peregrinos desde la Edad Media. Tras dejar atrás la capital leonesa, los caminantes continúan por la planicie del Páramo y alcanzan Villadangos siguiendo el trazado histórico que discurre paralelo a antiguas vías de comunicación utilizadas desde época romana y medieval. La localidad se ha consolidado como punto de paso habitual gracias a su situación estratégica y a la presencia de servicios esenciales para el descanso del peregrino, como su albergue municipal, que mantiene viva la tradicional hospitalidad del Camino.
Al recorrer la población, los peregrinos transitan por la Calle Real y sus vías adyacentes, donde pueden abastecerse, descansar y disfrutar de un entorno rural marcado por campos de cereal, horizontes amplios y la sobria belleza del paisaje del Páramo leonés. La presencia de la Iglesia de Santiago Apóstol, con su imponente iconografía jacobea y su evocación constante a la figura del Apóstol, refuerza el espíritu santiaguista de Villadangos y lo convierte en un enclave especialmente significativo dentro de esta etapa. Desde la localidad, la ruta prosigue hacia San Martín del Camino en dirección a Astorga, manteniendo un itinerario que siglos de peregrinaje han consolidado como uno de los más emblemáticos del Camino Francés.
Festividades
La memoria histórica del municipio cobra vida cada año gracias a su tradicional Feria-Mercado Medieval, conmemoración del enfrentamiento de 1111 en “La Matanza”. Durante dos días, el municipio revive ese pasado bélico entre recreaciones históricas, puestos de artesanía, espectáculos callejeros, mercadillo medieval, trajes de época y actividades para todos los públicos; vecinos y visitantes se sumergen en el ambiente medieval, recordando sus raíces y dando un testimonio vivo de su historia.
Además, la iglesia y sus celebraciones litúrgicas ligadas al Apóstol Santiago pueden servir de marco religioso tradicional, aunque no hay constancia de una fiesta mayor especificada en las fuentes consultadas que coincida con esa advocación.
Actualidad
En los últimos decenios Villadangos ha experimentado transformaciones importantes. Gracias a la concentración parcelaria y al proyecto de regadío iniciado en 1967, la agricultura y la ganadería se modernizaron, lo que revitalizó la economía local, mejoró la productividad y permitió nuevas posibilidades de desarrollo.Su población ha ascendido hasta superar los 1.200 habitantes en 2024.
El municipio aglutina a varias pedanías, mantiene servicios municipales y está inmerso en planes de desarrollo rural y turístico. La Laguna de Villadangos, declarada Zona Húmeda de Interés Especial, se postula como un recurso natural a proteger y poner en valor para el turismo sostenible, la observación de aves y el disfrute del entorno.
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