Villares de Órbigo

Villares de Órbigo es una de las pequeñas localidades que conforman la fértil Ribera del Órbigo, un territorio donde el paisaje agrícola, las aguas del río y el paso histórico de peregrinos han dado forma a un espacio vivo, acogedor y profundamente ligado al Camino de Santiago. Su cercanía con Hospital de Órbigo y Astorga la convierte en un enclave muy transitado, donde el caminante encuentra naturaleza, tradición y un patrimonio jacobeo firmemente arraigado.

Historia

Aunque Villares de Órbigo no protagoniza grandes episodios históricos documentados, su posición estratégica entre Hospital de Órbigo y los accesos a Astorga hace que desde la Edad Media esté íntimamente vinculada a las rutas de tránsito y comercio del occidente leonés. La existencia de un hospital de peregrinos, hoy desaparecido, confirma su relevancia dentro de las redes asistenciales que caracterizaron el Camino Francés, especialmente en los tramos próximos a puentes, vados y cruces de caminos.

A lo largo de los siglos, la localidad ha mantenido su esencia campesina basada en la huerta, el regadío y la ganadería, aprovechando la riqueza hídrica del Órbigo y los terrenos fértiles de su vega. La vida comunal, las tradiciones religiosas y la propia identidad jacobea consolidaron un núcleo estable y cohesionado, que con el tiempo se convirtió en uno de los referentes de la ribera para los viajeros que se dirigían hacia la capital maragata.

Patrimonio

El patrimonio del municipio se manifiesta de forma especial en su Iglesia Parroquial dedicada al apóstol Santiago, un templo que refleja la profunda devoción que la localidad mantiene hacia el patrón de los peregrinos. Su advocación no solo evidencia el vínculo espiritual con la ruta jacobea, sino que también conecta con la memoria del antiguo hospital medieval que daba acogida a los caminantes. El entorno de la ribera, sus senderos, arboledas y zonas de cultivo completan un patrimonio natural de gran belleza, que se percibe especialmente cuando el viajero recorre los caminos rurales que unen las pequeñas aldeas del municipio.

Así, el conjunto de arquitectura tradicional, las antiguas fuentes, los caminos históricos y el paisaje ribereño conforman un patrimonio discreto pero lleno de autenticidad, íntimamente ligado al carácter del pueblo.

Camino de Santiago

El Camino Francés atraviesa Villares de Órbigo siguiendo dos posibles trazados, lo que convierte al municipio en un espacio “doblemente jacobeo”. El peregrino puede tomar la senda que discurre paralela a la N-120 o, si prefiere un ambiente más tranquilo y rural, internarse por los pueblos y campos que conforman la Ribera del Órbigo.

Desde Hospital de Órbigo el caminante avanza por un sendero boscoso con ligeros desniveles, atravesando primero Villares de Órbigo y después Santibáñez de Valdeiglesias, donde se encuentra un albergue con 35 plazas, cocina y servicio de bar, situado en el Centro Social. Tras dejar atrás las aldeas, el camino continúa hacia el Crucero de Santo Toribio, desde donde ya se divisa la silueta de Astorga.

Este tramo destaca por su paisaje variado, que combina huertas, sotos, lagunas, montes y veredas, y por la acogida que el peregrino recibe en unas tierras donde la tradición jacobea forma parte inseparable de la vida cotidiana.

Festividades y tradiciones

Villares de Órbigo celebra su fiesta mayor el 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol, patrón del pueblo y figura central en la devoción local. Este día se engalana la iglesia, se celebran actos religiosos en honor al santo y se organizan actividades populares que reúnen tanto a vecinos como a peregrinos que pernoctan en la zona. La festividad mantiene viva la tradición del antiguo hospital medieval, recordando que el pueblo siempre fue un lugar de paso, acogida y celebración para quienes caminaban hacia Compostela.

Además de esta cita principal, el municipio participa a lo largo del año en actividades culturales, gastronómicas y de naturaleza que ponen en valor su patrimonio rural y su historia ligada al agua, al campo y al Camino de Santiago.