Santa Marina del Rey

Santa Marina del Rey es un municipio leonés con una profunda identidad agroganadera, moldeada históricamente por el agua del río Órbigo y, especialmente, por la centenaria Presa Cerrajera, una obra hidráulica clave para su desarrollo agrícola. Sus fértiles vegas, sus tradiciones centenarias y su riqueza patrimonial lo convierten en un enclave destacado de la comarca, donde conviven una arraigada cultura rural, un valioso legado artístico y celebraciones populares tan emblemáticas como la Feria del Ajo, una de las más antiguas de España. Además, sus pedanías, como Villamor de Órbigo, ofrecen espacios naturales de gran interés como el área recreativa de La Manga, muy frecuentada por vecinos y visitantes.

Historia

Edad Media: orígenes y repoblación

Los primeros datos documentados del municipio se sitúan en la Edad Media, probablemente debido a la falta de estudios arqueológicos en la zona o a que los astures y romanos prefirieron los relieves más elevados para sus asentamientos. Durante el siglo XII, la repoblación vivió un importante impulso, lo que llevó a la unificación de los núcleos cercanos al río Órbigo y a la construcción de una iglesia dedicada a Santa Marina, mártir de origen gallego que acabaría dando nombre a la villa.

Con el paso del tiempo, Santa Marina obtuvo condición de Villa con jurisdicción propia, cuyos cargos y mandatos eran elegidos por los vecinos. Este sistema se mantuvo hasta 1837, cuando se suprimieron los señoríos y se constituyeron los Ayuntamientos modernos.

A finales de la Edad Media se produjo un hito trascendental: la apertura de un nuevo cauce para la toma de aguas del Órbigo, origen de la famosa Presa Cerrajera, cuya creación estuvo envuelta en tensiones con pueblos vecinos como Turcia o Armellada. Por estas fechas, hacia 1160, se celebró ya la primitiva Feria del Ajo, tradición que ha llegado, ininterrumpidamente, hasta nuestros días.

Siglos XVI-XVII: época de prosperidad

Entre 1576 y 1630, Santa Marina del Rey vivió su etapa de mayor auge. Se instalaron depósitos de cereal, almacenes de sal y se construyeron o restauraron numerosas ermitas: San Lázaro, San Pedro de la Presa, Santa Catalina, La Piedad, Mediavilla, Santa Lucía, Vera Cruz, San José y Santa Inés, entre otras. Este periodo de expansión se truncó hacia 1630, dando paso a una crisis que se prolongaría hasta 1648.

El reloj de la Villa: una obra excepcional

En 1590 se encargó al cerrajero leonés Antonio de Villafranca la construcción de un reloj “tan bueno como el de la Catedral de León”. Finalizado en 1599, se alojó en una torre de más de 14 metros, con muros de un metro de grosor y una campana de 575 kg. Su coste generó una deuda con un vecino de La Bañeza, origen del dicho tradicional:
“El reloj da las horas en Santa Marina… y los cuartos en La Bañeza.”

Sorprendentemente, el mecanismo ha llegado prácticamente intacto hasta la actualidad, habiendo requerido solo pequeñas sustituciones.

Patrimonio

El patrimonio destaca tanto por su arquitectura religiosa como por obras únicas conservadas a lo largo de los siglos. El edificio más significativo es, sin duda, la Iglesia de Santa Marina, un templo de origen románico que evolucionó hacia un estilo gótico-mudéjar popular entre los siglos XV y XVI.

La iglesia conserva pilastras del primitivo templo románico, una torre que combina estructuras del siglo XII con alzados posteriores y un interior amplio de tres naves con artesonado de madera. Entre sus tesoros destacan:

• La Virgen de las Candelas, una talla gótica policromada de gran sensibilidad artística.

• El retablo mayor barroco, ricamente dorado y policromado, con escenas de la vida de Santa Marina.

• El museo parroquial, que alberga piezas litúrgicas de gran valor: cálices, ropajes y cruces históricas.

Asimismo, la joya absoluta del patrimonio local es el órgano parroquial, uno de los instrumentos más valiosos de la provincia y testimonio del esplendor económico vivido durante los siglos XVI y XVII.

Completan el patrimonio histórico las ya mencionadas ermitas, vestigios de la intensa actividad religiosa y económica del municipio en su época de mayor prosperidad.

Camino de Santiago

Aunque Santa Marina del Rey no se sitúa directamente sobre el Camino Francés, su entorno ha estado tradicionalmente vinculado a las rutas jacobeas gracias a su proximidad a localidades maragatas y ribereñas que sí recibían un importante flujo de peregrinos. Actualmente, muchos caminantes que recorren tramos alternativos o secundarios del Camino se acercan para conocer la iglesia, el órgano y la famosa Feria del Ajo, especialmente si transitan por el valle del Órbigo.

Festividades

El calendario festivo de la localidad es especialmente rico y combina devoción, tradición y actividades populares que reúnen a vecinos y visitantes. La celebración más destacada es la Feria del Ajo, que tiene lugar cada 18 de julio y que, con más de 700 años de historia, está considerada una de las ferias agrícolas más antiguas de España. Durante la jornada, miles de personas recorren los puestos donde se venden las características riestras de ajo, además de productos hortícolas, artesanía y gastronomía local.

A estas celebraciones se suman las fiestas patronales en honor a Santa Marina, que incluyen procesiones, música tradicional, verbenas y encuentros vecinales que refuerzan el sentimiento de comunidad. Junto a ellas, las pedanías del municipio organizan sus propias festividades, manteniendo vivas costumbres rurales de gran arraigo.

Actualidad

Santa Marina del Rey continúa siendo un referente en la ribera del Órbigo gracias a su dinamismo social, su oferta cultural y la conservación de su patrimonio. La agricultura y la ganadería siguen siendo pilares de su economía, complementadas por actividades de ocio vinculadas al río, como la pesca —especialmente en el conocido coto de Sardonedo—, que atrae a numerosos aficionados cada temporada.

El municipio apuesta además por la restauración de su patrimonio religioso, la conservación de su órgano histórico y la revitalización de sus tradiciones, convirtiéndose en un destino atractivo tanto para quienes buscan historia y cultura como para quienes buscan naturaleza y tranquilidad.