

Rabé de las Calzadas es un municipio situado en la provincia de Burgos, en Castilla y León, que destaca por su estrecha relación con la historia, la cultura y el Camino de Santiago. Su paisaje combina la serenidad de los campos castellanos con vestigios históricos que remontan al periodo romano, la Edad Media y la época de la Reconquista, ofreciendo al visitante un recorrido por siglos de tradiciones y patrimonio arquitectónico. La localidad mantiene viva la memoria de quienes la habitaron y los caminos que conectaron a esta villa con otras importantes ciudades de la meseta castellana.
Historia
El nombre de Rabé de las Calzadas ha suscitado diversas interpretaciones. Mientras algunos estudiosos sostienen que deriva de Rabí, en alusión a un «maestro» de origen judío que pudo habitar la localidad, otros opinan que proviene de Ribera o incluso de Fortaleza. La teoría más aceptada, apoyada por historiadores como Fray Justo Pérez de Urbel y Santiago Barquín Tobar, sugiere que el nombre remonta a la repoblación medieval, indicando el lugar de origen o residencia de quien repobló estas tierras.
El primer registro histórico de Rabé data del año 946, aunque en ese momento no incluía el adjetivo «de las Calzadas». Este añadido hace referencia a la presencia de varias calzadas romanas que atravesaban el término municipal, destacando especialmente la quinta vía que conectaba con la antigua ciudad de Clunia. La localidad está también vinculada a la ciudad romana de Deobrígula, cuya ubicación exacta es discutida, aunque los documentos sitúan su influencia en el término de Rabé, lo que evidencia la importancia estratégica del lugar desde tiempos antiguos.
Durante la Reconquista, Rabé contó con un castillo en el paraje conocido como «la nevera», que protegía a sus habitantes y cuya existencia está documentada incluso en el testamento de Isabel la Católica, destacando el derecho del obispo de Burgos sobre esta fortaleza.
Patrimonio
El municipio conserva un interesante legado patrimonial que refleja siglos de historia. La iglesia de Santa Marina es el principal templo de la localidad, construida sobre posibles restos de antiguas basílicas medievales mencionadas en el Cartulario de Cardeña en 949, donde se citan tres iglesias: Santa María, San Martín y San Juan de Rabé. La actual iglesia combina historia y arquitectura religiosa, ofreciendo al visitante la posibilidad de conocer tanto el arte sacro como la función de estos espacios en la vida de los habitantes medievales.
El Palacio del Conde de Villariezo, erigido en el siglo XVII a la entrada del pueblo, frente al antiguo edificio escuela construido por Baldomero Pampliega entre 1882 y 1884, representa la arquitectura civil señorial de la villa. Este palacio es testimonio del pasado nobiliario de la zona y complementa el recorrido histórico-cultural de Rabé.
Camino de Santiago
La localidad se ubica sobre la ruta jacobea del Camino Francés, siendo paso de peregrinos que atraviesan Castilla hacia Santiago de Compostela. El nombre «de las Calzadas» remite a las vías romanas que facilitaron el tránsito de viajeros y comerciantes, y hoy los caminantes pueden disfrutar de un recorrido cargado de historia y tranquilidad por los campos castellanos, contemplando tanto restos arquitectónicos como elementos del patrimonio natural que rodea la localidad.
Festividades
Rabé de las Calzadas celebra diversas festividades que combinan la tradición religiosa y las costumbres locales. Destacan las celebraciones en honor a Santa Marina, que incluyen misas, procesiones y actos culturales, además de fiestas locales con actividades gastronómicas y encuentros vecinales que mantienen viva la identidad comunitaria del municipio.
Actualidad
Actualmente, Rabé de las calzadas es un destino tranquilo y acogedor, con servicios orientados tanto a residentes como a visitantes del Camino de Santiago. La localidad conserva su esencia rural, sus calles y plazas conservan el trazado histórico, mientras que los restaurantes, alojamientos y la vida local permiten disfrutar de la cultura, la gastronomía y la historia en un entorno de calma y belleza natural. La combinación de patrimonio, historia y la hospitalidad de sus gentes hacen de Rabé un lugar imprescindible para quienes recorren el Camino Francés o buscan sumergirse en la Castilla histórica.
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