Situado en un entorno privilegiado, entre el río Elorz y la imponente silueta de la Higa, Monreal/Elo es una villa navarra con una destacada trayectoria histórica y jacobea. Declarado lugar de paso del Camino de Santiago desde la Edad Media, su casco urbano conserva la huella de navarros, francos y judíos que convivieron durante siglos en sus calles. Aunque las primeras referencias escritas aparecen en el siglo XII, su origen es sin duda anterior, y su evolución ha estado ligada tanto a la presencia regia como al dinamismo comercial impulsado por los peregrinos.
Historia
La historia documentada de Monreal comienza en la Edad Media, cuando los reyes de Navarra construyeron en lo alto del cerro conocido como El Castillo una fortificación que servía como residencia real. El historiador José Moret, en sus Annales del Reyno de Navarra (1695), señala que este enclave pudo dar origen al nombre del pueblo: Monreal, es decir, Monte Real. Tras la conquista de Navarra por Castilla y Aragón, la fortaleza fue demolida en 1521, aunque sus ruinas siguen presidiendo el paisaje y recordando su pasado estratégico.
La villa adquirió gran relevancia a partir de 1149, cuando el rey García Ramírez le concedió el fuero de los francos de Estella. Este privilegio atrajo a poblares procedentes del sur de Francia y consolidó el crecimiento económico y demográfico del municipio, favorecido por el auge del Camino de Santiago. Ya en el siglo XII, Monreal disponía de un hospital para atender a los peregrinos que se dirigían al sepulcro del apóstol en Galicia.
El dinamismo social y comercial propició que la villa tuviera asiento y voto en las Cortes de Navarra, acogiendo a una población diversa distribuida en barrios de navarros, francos y judíos. Durante el siglo XV siguió siendo un enclave importante para la monarquía: su apoyo al rey Juan II en la disputa frente al príncipe Carlos de Viana fue recompensado con la reducción del tributo de “cuarteles” y con el privilegio de mercado semanal, lo que reforzó su actividad económica.
Tras la demolición del castillo medieval, Monreal perdió parte de su peso político durante la Edad Moderna, aunque continuó siendo lugar de paso habitual para viajeros y peregrinos. A comienzos del siglo XIX, la localidad fue escenario de diversos episodios de la Guerra de la Independencia (1808–1814), reflejo de su posición estratégica en el territorio.
Patrimonio
El patrimonio de Monreal conserva la esencia de una villa medieval vinculada al Camino de Santiago y a la historia del antiguo Reino de Navarra. El cerro del Castillo, con los restos de la antigua fortaleza regia, constituye uno de los símbolos del municipio y un mirador privilegiado sobre la comarca.
El núcleo urbano presenta trazados tradicionales, con calles donde convivieron comunidades navarras, francas y judías, y que hoy mantienen un carácter histórico notable. Entre sus elementos más destacados se encuentran la iglesia parroquial, construcciones civiles tradicionales y espacios asociados a la ruta jacobea, como la antigua ubicación del hospital de peregrinos mencionado ya en el siglo XII.
El paisaje que envuelve el municipio —el valle del río Elorz y la imponente Higa de Monreal— forma también parte esencial de su identidad y de su atractivo patrimonial.
Camino de Santiago
Monreal ha sido durante siglos una villa clave del Camino de Santiago Aragonés, ruta que procedía de Somport y que conectaba con el Camino Francés. Su hospital medieval, la protección real y su ubicación estratégica hicieron del pueblo un espacio de acogida para peregrinos desde muy temprano.
Las calles que hoy recorren caminantes y visitantes son las mismas que pisaron generaciones de viajeros medievales. La tradición jacobea continúa viva gracias a la presencia de peregrinos durante todo el año, que encuentran en Monreal un lugar tranquilo donde descansar antes de continuar hacia Puente la Reina.
Festividades
Las celebraciones locales conservan un marcado carácter comunitario y reflejan la identidad cultural de Monreal. Las fiestas patronales, romerías y actos tradicionales reúnen a vecinos y visitantes, manteniendo vivos los vínculos sociales que han caracterizado a la villa a lo largo de su historia. También se celebran actividades culturales y eventos vinculados a la memoria, el patrimonio y la convivencia, que refuerzan el papel de Monreal como comunidad activa y cohesionada.
Actualidad
En los últimos años, el Ayuntamiento de Monreal/Elo ha impulsado un importante proyecto de digitalización de su archivo histórico, con el objetivo de preservar sus documentos más antiguos y ponerlos a disposición de la ciudadanía. Este archivo digital reúne libros, legajos, documentación audiovisual y próximamente una fototeca con imágenes aportadas por los propios vecinos. Se trata de una iniciativa respaldada por las subvenciones del Gobierno de Navarra para la consolidación de sistemas de archivo local, que permite difundir y proteger un patrimonio documental de gran valor.
Hoy, Monreal combina su legado medieval, su papel en el Camino de Santiago y su entorno natural para presentarse como una villa dinámica, acogedora y consciente de la importancia de conservar su memoria histórica.
