Hornillos del Camino

La primera mención documental de Hornillos del Camino se remonta al siglo IX, cuando la localidad formaba parte de una línea defensiva de torres-fortaleza de la primitiva Castilla, que unía Tardajos, Rabé de las Calzadas y Castrojeriz.  En aquellos tiempos la villa era conocida como Forniellos —«pequeños hornos»— aludiendo a su tradición alfarera y a la obtención de yesos.

Durante la Edad Media el pueblo experimentó momentos clave: fue cedido por Alfonso VII al Monasterio de San Dionisio de París, y más tarde se estableció aquí un monasterio dependiente de Rocamadour (Francia), gobernado por un prior francés. En 1181, Alfonso VIII concedió esa posesión a la villa y fue confirmada en 1217 por Fernando III de Castilla.

En los siglos posteriores, Hornillos llegó a contar con hasta tres hospitales: el de San Lázaro (para leprosos y peregrinos), el del Santo Espíritu (para romeros) y otro desaparecido, testigos de su papel como punto de acogida sobre la ruta jacobea. posteriormente, ya en el siglo XX, en 1936, aparecieron sepulcros visigóticos en su territorio que arrojaron cerámicas y metales de valor histórico.

Patrimonio

Hornillos del Camino es un magnífico “pueblo-Camino”: su estructura urbana se basa en una única vía principal —la Calle Real— sobre la que discurre el Camino Francés, lo que le confiere un carácter singular dentro del trazado jacobeo. 
Entre sus elementos patrimoniales más destacados se encuentran:

• La iglesia parroquial de San Román, de estilo gótico-renacentista, que alberga un importante retablo y mantiene aún la atmósfera de las villas de peregrinación.

• Los restos del hospital del Santo Espíritu, uno de los antiguos centros de atención a peregrinos, y varios puentes medievales que cruzan el río Hormazuelas.

• El albergue municipal de peregrinos, activo todo el año, que continúa la tradición de hospitalidad de Hornillos con servicios específicos para quienes recorren la Ruta Jacobea.

Festividades y tradiciones

• Fiesta del Gallo: a finales de julio, basada en una leyenda local sobre el robo de gallinas por soldados franceses durante la Guerra de la Independencia.

• Fiesta de San Román: el 18 de noviembre, celebración religiosa de su patrón. 
  Estas festividades son ocasión para que vecinos y peregrinos se encuentren, compartan y vivan un pueblo que sigue manteniendo su identidad ligada al Camino.

Actualidad, servicio al peregrino y dinamización rural

Aunque la población censada ronda los cincuenta-sesenta habitantes, Hornillos del Camino ha sabido adaptarse y revitalizarse gracias al paso constante de peregrinos. Según el periódico Mundicamino, en apenas cinco años se abrieron medio-docena de negocios vinculados al Camino (albergues, bares, tiendas) lo que ha supuesto un impulso evidente para su economía local. 
El albergue municipal ofrece litera, cocina común, servicio de lavado y zona para bicicletas, fomentando la estancia del peregrino y generando vida activa en el pueblo. 
Su ubicación entre Burgos y Castrojeriz lo convierte en etapa habitual del Camino Francés, lo que refuerza su protagonismo como punto de encuentro, descanso y hospitalidad.

Consulta sus alojamientos, entre los cuales está su céntrico Albergue Municipal de Peregrinos: sin ánimo de lucro, ofrece todos los servicios que necesita el peregrino.