Era 2020, en plena pandemia, aún bajo restricciones de movimientos, cuando una mochila llamada «La Luz del Camino», recorrió el Camino Francés, de Roncesvalles a Santiago de Compostela. Hoy descansa en el Museo de las Peregrinaciones, desde donde nos cuenta su proeza.

Fue Jesús Ciordia quien alumbró la idea de que, no pudiendo los peregrinos cumplir con su santa rutina en homenaje a las víctimas, una mochila lo hiciera por todos. Organizados en relevos por Mariló López, entre otros, la gran familia jacobea se puso en marcha para pasarse unos a otros la Luz del Camino y así conseguir que completara la ruta jacobea hasta la tumba del Apóstol. La mochila cruzó fronteras llevada por peregrinos y hospitaleros. Salían a su paso caminantes, gentes solidarias, curiosos, amigos, responsales municipales… muchos de ellos deseosos de ser parte de esta gesta y aportar algo de su esfuerzo llevando a sus hombro a la ya querida «niña». «La niña»: así la llamaron afectuosamente.

Hoy su luz se exhibe en el Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela. Junto a ella, la credencial con numerosos sellos, testigos de su recorrido. También la Compostela, muy merecida… Y cuantos objetos llevó por el Camino, de especial significado para quienes los donaron, cual votos para el Santo. En un saquito, las peticiones de los portadores de la Luz y de quienes confiaron en su esperanzadora luz.

María Dacuña nos comparte esta foto desde el Museo, con emoción. La misma que sienten Susana Gracia, Endika Armengol, Valerio Arias… y cuantos participaron en esta singular peregrinación: En esta muestra de generosidad y de espíritu solidario.

Puedes visitar ya «La Luz del Camino» en el Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela. Hasta mediados de septiembre.

Museo de las Peregrinaciones

Santiago de Compostela