De forma similar a como un peregrino recorre municipio tras municipio del Camino de Santiago, la exposición itinerante titulada “El fin del Camino” ha finalizado su recorrido este año, habiendo pasado por hasta doce municipios a lo largo del Camino de Santiago Francés.

La muestra, diseñada por Egeria en colaboración con Galicia Digital, ha contado con el patrocinio de la Xunta de Galicia a través de la Secretaría Xeneral de Turismo y coincidiendo con el trigésimo aniversario de la declaración del Camino de Santiago como Patrimonio de la Humanidad, esta ha conformado una actividad más de las organizadas por la Asociación de Municipios del Camino de Santiago en 2023.

A través de diez paneles dobles, la exposición trata de alejarse del punto de vista turístico, cultural, histórico y económico del Camino de Santiago, para centrarse en el aspecto religioso que dio origen al Camino y lo sostuvo durante más de mil años, siendo compatible con los anteriores e incrementando su riqueza.

Textos redactados en gallego, castellano e inglés han facilitado la comprensión por los peregrinos nacionales e internacionales que han visitado la muestra, y las fotografías de autores como Eduardo Ochoa o Carlos Puga, la han ilustrado reflejando una visión especial del Camino que se complementaba con glosas de célebres escritores y poetas como Cervantes, Fray Luis de León, Dante, Machado, Tirso, Filgueira o Celso Emilio invitando a la reflexión y es que, ¿qué lleva a un peregrino a emprender este viaje milenario?

“El Fin del Camino” plasma los sentimientos del peregrino al finalizar el trayecto, nos habla de la devoción, de soledad, de solidaridad, de espiritualidad, de la necesidad de encontrar respuestas a preguntas o de hallar la paz interior que se manifiesta en todos nosotros. El Camino puede ser un “desconectar” y “reconectar” de la realidad que todos necesitamos, y por supuesto, una experiencia única que marca un punto de inflexión en la vida de todo peregrino que se atreve a emprender la ruta.

La exposición itinerante comenzó el Camino en la vertiente norte de los Pirineos, en el municipio de Luzaide/Valcarlos, un emplazamiento privilegiado cercano a donde se produjo la conocida batalla de Roncesvalles en el 778, para continuar por tierras del vino. Nájera, Navarrete o Santo Domingo de la Calzada, fueron los municipios riojanos donde se detuvo la muestra a lo largo de los 60 kilómetros que recorren la comunidad de “los 7 valles”.

En tierras castellanas entró por Villalcázar de Sirga (Palencia), una pequeña localidad donde la Iglesia de Santa María la Blanca deja atónito a todo aquel que la visita. En Burgos fueron Cardeñajimeno y Belorado, dos municipios cargados de historia, los que acogieron la exposición en el mes de septiembre, para continuar por los campos de castilla a su paso por Frómista y Carrión de los Condes.

A mediados de octubre, llegó a Sahagún, villa que ha sido un importante foco cultural desde el siglo XI, continuando por Mansilla de las Mulas, caracterizada por su imponente muralla, hasta llegar a Cacabelos, que, situada al oeste de la provincia de León, es surcada por valles y ríos que hacen de ella un paraje único.

En todo este recorrido, la exposición ha contribuido a que la experiencia del peregrino fuera un poco más enriquecedora invitándole a reflexionar y apreciar el Camino desde otras perspectivas, a la vez que cada peregrino y municipio por los que ha pasado, ha dado sentido a la muestra y cuya colaboración ha sido esencial.