Historia
Arropado por la cornisa de la Sierra de Lóquiz, Cirauqui-Zirauki se encuentra a 30 km de Pamplona y a 15 km de Estella, comunicándose con facilidad a través de la Autovía del Camino. Su historia se remonta a épocas romanas, como lo evidencian el tramo de calzada conservado, el puente medieval conocido popularmente como “puente caído” y los restos de cerámica hallados en las inmediaciones del despoblado de Urbe. Desde entonces, Cirauqui ha sido un lugar de asentamiento estratégico, favorecido por su emplazamiento y por el paso de peregrinos hacia Santiago de Compostela.
Durante la Edad Media, Cirauqui se consolidó como un núcleo muy transitado, con la creación de un hospital u ospedaje para atender a los peregrinos. En 1425, la villa quedó incorporada al Condado de Lerín, fundado por Carlos III el Noble para su hija Juana, diferenciándose administrativamente del resto de la comarca. En el siglo XIX, Cirauqui se vio marcado por las guerras carlistas; destaca la figura de Tirso Lacalle, “el cojo de Cirauqui”, guerrillero liberal cuya participación en la tercera guerra carlista (1872‑1876) se convirtió en un episodio recordado en la historia local.
Con el paso del tiempo, la localidad ha conservado sus raíces rurales, aunque la población actual se mantiene en torno a los 500 habitantes, con la esperanza de que las nuevas generaciones opten por vivir en el municipio.
Patrimonio
El casco urbano de Cirauqui conserva importantes vestigios de su pasado medieval, incluidos tramos de murallas y antiguas puertas. La organización del núcleo entre cuestas y anillos circulares converge en la Iglesia de San Román, mientras que las construcciones predominantes muestran sillarejo con ladrillo, reservando sillar labrado para las fachadas más significativas, especialmente en casas señoriales.
El puente medieval o “puente caído” y los tramos de calzada romana recuerdan el pasado romano de la villa. Además, se han hallado restos arqueológicos de cerámica y otros elementos que confirman la romanización temprana de la zona.
La viticultura también forma parte de su patrimonio económico y cultural: la bodega cooperativa San Cristóbal ha modernizado sus instalaciones, y la replantación de viñas ha revitalizado esta actividad, convirtiéndose en una fuente significativa de ingresos para los habitantes.
Camino de Santiago
Cirauqui se encuentra en el Camino Francés, siendo un punto de parada para los peregrinos que transitan entre Estella y Puente la Reina. Su emplazamiento estratégico a lo largo de la ruta ha motivado históricamente la creación de hospederías y hospitales para atender a los transeúntes. Hoy en día, el Albergue Casa Maralotx ofrece alojamiento a los peregrinos con registro oficial en Turismo Navarra (UAB00031) y contacto telefónico: +34 678 635 208. La villa sigue manteniendo viva la hospitalidad jacobea, ofreciendo a los caminantes la posibilidad de descubrir su patrimonio histórico y su paisaje natural.
Festividades
Las fiestas de Cirauqui combinan tradición religiosa y cultura local:
San Román: celebraciones en honor al patrón del municipio, con actos religiosos y actividades vecinales.
Fiestas de verano: durante los meses de agosto se celebran verbenas, conciertos y eventos culturales que fomentan la participación comunitaria.
Semana Santa: aunque no tan emblemática como en otros municipios, conserva procesiones y actos tradicionales que mantienen viva la devoción local.
Actualidad
En las últimas décadas, Cirauqui ha experimentado cambios significativos en su estructura urbana y en los modos de vida de sus habitantes. Las nuevas urbanizaciones en la parte baja del municipio han ampliado la zona habitada, aunque también han incrementado las casas deshabitadas en el casco antiguo.
Además, la localidad forma parte de la Agrupación de Servicios Administrativos Valdemañeru desde marzo de 2006, junto con Mañeru, Artazu y Guirguillano, lo que permite una gestión más eficiente de la administración municipal y la realización de trámites a través del teléfono 012.
El municipio combina tradición y modernidad, preservando su patrimonio, potenciando la viticultura y fomentando el turismo ligado al Camino de Santiago, a la vez que mantiene su identidad histórica y su entorno natural, en un equilibrio que asegura la continuidad de su legado cultural.
