Un enclave histórico en la meseta del Duero
Calzada del Coto se sitúa en el corazón de la meseta del Duero, en un punto estratégico donde confluyen las provincias de León, Palencia y Valladolid. Esta zona, históricamente conflictiva por las constantes disputas entre los reinos de León y Castilla, fue repoblada durante la Edad Media como parte de la Reconquista, consolidando un entramado de pequeños núcleos agrícolas y pastoriles que aún se refleja en su toponimia: montes, corrales, arroyos y lomas dan fe de un territorio modelado por siglos de historia.
Su nombre no deja lugar a dudas sobre su origen y significado: Calzada hace referencia a la vía romana que pasaba por el lugar, mientras que Coto recuerda el sistema económico feudal impuesto por los monjes del cercano Monasterio de San Facundo de Sahagún, quienes dominaban gran parte de la tierra circundante.
Huellas prehistóricas y prerromanas
Los vestigios más antiguos del municipio incluyen una Punta Palmela, datada en el Calcolítico (inicio de la Edad de Bronce, 2000‑1600 a. C.), hallada en el propio pueblo. También se han encontrado hachas y espadas de tipo Arganco en localidades cercanas como Cea, Grajal y Gordaliza.
Se cree que los campos de Calzada del Coto pudieron haber sido ocupados por pueblos prerromanos como celtas, vacceos, astures o cántabros, lo que explica la riqueza de topónimos de origen céltico y la superposición de distintas culturas y lenguas en una misma zona.
La romanización
Tras la conquista de Numancia en 153 a. C., y posteriormente León, los romanos organizaron sus territorios en Hispania Citerior y Ulterior, incluyendo temporalmente a Calzada en la provincia de Gallaecia. Aunque no se conocen villas romanas en el casco del municipio, sí se han hallado restos de una villa en Valdelaguna, datada en el siglo II d. C., con mosaicos que atestiguan la presencia romana. Se presume que algunas familias romanas de clase media se asentaron en la zona, atraídas por la buena comunicación y la proximidad de recursos hídricos.
Patrimonio y tradiciones
Aunque pequeño, el municipio conserva su identidad rural y su historia ligada a los caminos y al agua. Entre sus principales celebraciones destacan:
San Isidro: 15 de mayo (Calzada del Coto y Codornillos)
San Roque: 16 de agosto (Calzada del Coto)
San Pelayo: 26 de junio (Codornillos)
Estas fiestas reflejan la importancia de la agricultura y la vida comunitaria en la localidad, manteniendo vivas tradiciones centenarias que conectan a los vecinos con su pasado y con el ritmo de la tierra.
Calzada del Coto representa un ejemplo vivo de la meseta castellana, donde historia, cultura y paisaje se entrelazan, ofreciendo al viajero un destino tranquilo, cargado de memoria y marcado por las huellas de romanos, monjes y campesinos que moldearon el territorio a lo largo de los siglos.
