Grañón

Situada en La Rioja, Grañón es una villa con profundas raíces históricas, ligada al Camino de Santiago y marcada por su imponente castillo y su rica tradición cultural. Su ubicación estratégica entre Santo Domingo de la Calzada y Burgos la convirtió durante siglos en un punto clave para la defensa y el tránsito de peregrinos.

Orígenes y el Castillo de Grañón

Los orígenes de Grañón se remontan al siglo IX, cuando el rey de Castilla, Alfonso III, construyó un castillo sobre el cerro Mirabel, formando parte de una línea defensiva junto a Pazuengos, Cerezo, Cellórigo y Bilibio. Esta red protegía los pasos de las Conchas de Haro, La Morcuera y Pancorbo de las incursiones musulmanas.

Al amparo del castillo surgieron los primeros barrios de Grañón: San Martín, Castillo, San Miguel, Sparsa y Santa María, que con el tiempo formaron el núcleo del actual asentamiento.

Documentación histórica

Grañón aparece mencionada en numerosos documentos desde la Edad Media, relacionados con donaciones y privilegios:

• En 925, el presbítero Enneco donó la villa de Zahal al monasterio de Albelda, mencionando la «via de Griñone».

• En 934, el conde Fernán González incluye a Grañón con sus aldeas en un privilegio a Santiago y San Millán.

• En 948, se documenta la donación de un monasterio en Grañón a San Millán: «da un Monasterio in villa vulgo vocitata Grannione».

• En 1052, el rey de Navarra, García, dota la alberguería de Nájera con la décima de sus heredades en Grañón y todo su alfoz.

Estas menciones reflejan la importancia estratégica y religiosa de Grañón desde sus orígenes.

Edad Media y Camino de Santiago

Durante la segunda mitad del siglo XI, Grañón fue escenario de luchas territoriales entre Navarra y Castilla. El castillo pasó por disputas entre Alfonso VII y García Ramírez de Navarra, siendo finalmente castellano.

En 1187, Alfonso VIII concede un fuero a la villa, consolidando el núcleo urbano alrededor del monasterio de San Juan, actual iglesia parroquial de San Juan Bautista.

El Camino de Santiago, impulsado por Domingo de la Calzada, revitalizó la villa, asegurando el tránsito de peregrinos y el desarrollo económico. Originalmente, la ruta atravesaba Grañón por la Calle Mayor y la Calle Santiago, aunque sufrió modificaciones hasta la última, en 1999, que cruza la villa por la Calle de las Cercas.

Siglos XVI al XIX

A lo largo de los siglos, Grañón fue creciendo y consolidándose, aunque enfrentó conflictos y disputas territoriales, como la famosa pelea del siglo XIX con Santo Domingo de la Calzada por un terreno, donde el vecino de Grañón Martín García salió vencedor. La Cruz de los Valientes recuerda este evento, y una calle de la villa lleva su nombre.

En 1752, el catastro del Marqués de la Ensenada describe la villa con sus límites, 204 casas habitadas y seis solares derruidos, evidenciando la importancia histórica de sus tierras y su población.

Patrimonio y monumentos

Grañón conserva vestigios de su pasado defensivo y religioso:

• Castillo de Grañón: aunque actualmente en ruinas, sigue siendo símbolo del origen de la villa.

• Iglesia parroquial de San Juan Bautista: centro de la vida religiosa y de las festividades locales.

• Ermitas y monasterios históricos: reflejan la importancia de Grañón en la ruta jacobea y su vinculación con los peregrinos.

Fiestas y tradiciones

Grañón celebra numerosas festividades que combinan historia, religión y tradición popular:

• Virgen de Carrasquedo (25 de marzo), patrona del pueblo, trasladada en procesión el 1 de mayo desde la ermita a la iglesia de San Juan Bautista con danzadores.

• San Juan Bautista (24 de junio), patrón de la villa.

• Agosto: celebración del triunfo de Martín García y la Fiesta de Gracias, con comida popular, “patatas a lo Grañón” y un festival de luz y sonido en la iglesia de San Juan Bautista, organizado por la Asociación Cultural «Amigos de la Ermita de Carrasquedo».

• Cada miércoles, el tradicional mercadillo ofrece productos locales y artesanales.

Los vecinos conservan apodos históricos vinculados a la cultura y la tradición de la villa, como “el camiseta”, “el sacarino” o “el jimiro”, que reflejan la identidad única de Grañón.

El Camino de Santiago

Grañón sigue siendo un punto estratégico en el Camino Francés, ofreciendo a peregrinos historia, cultura y hospitalidad. Su paso por la villa conecta siglos de patrimonio con la experiencia viva del Camino, donde cada calle, iglesia y monumento cuenta historias que se remontan al siglo IX.