

Villovieco es un pequeño municipio situado en la provincia de Palencia, dentro de la histórica comarca de Tierra de Campos, en Castilla y León. A pesar de su reducido tamaño y población, conserva un rico legado histórico y cultural que refleja la vida rural castellana a lo largo de los siglos. Su entorno llano y fértil ha favorecido tradicionalmente la agricultura y la ganadería, actividades que han marcado tanto la economía como las costumbres y tradiciones de sus habitantes. Además, Villovieco forma parte del trazado del Camino de Santiago, lo que ha contribuido a su desarrollo cultural y a la conservación de su patrimonio religioso.
Historia
La historia del municipio se remonta a la Edad Media, cuando la Tierra de Campos era un territorio estratégico y fértil, codiciado por diferentes señoríos y órdenes religiosas. Durante siglos, el municipio estuvo vinculado a los señoríos locales y, posteriormente, a la administración provincial de Palencia, manteniendo una economía basada principalmente en el cultivo de cereales y la ganadería. Este carácter agrícola definió su estructura urbana y social, caracterizada por casas rurales, patios y corrales que aún se conservan en el núcleo del pueblo.
A lo largo de los siglos, Villovieco experimentó los cambios propios del territorio castellano: la caída del Antiguo Régimen, la reorganización administrativa en el siglo XIX y los efectos de los conflictos bélicos locales y nacionales. A pesar de estas transformaciones, la comunidad mantuvo su identidad rural, ligada a la tierra y a las tradiciones locales, consolidando un fuerte sentido de pertenencia que perdura hasta nuestros días.
Camino de Santiago
El Camino de Santiago atraviesa Villovieco, dejando una profunda huella en su historia y en su cultura. La presencia de esta histórica ruta jacobea convirtió al municipio en un punto de paso obligado para los peregrinos que recorrían la Tierra de Campos en dirección a Santiago de Compostela. A lo largo de los siglos, este tránsito fomentó la construcción de infraestructuras de acogida, como pequeños hospitales y albergues rurales, y potenció el contacto cultural con viajeros de distintas regiones. Hoy, los peregrinos continúan cruzando el municipio, apreciando la tranquilidad de sus paisajes cerealistas, el patrimonio religioso y el carácter hospitalario de sus vecinos.
Patrimonio
Villovieco conserva un valioso patrimonio artístico y arquitectónico, principalmente de carácter religioso y rural. La Iglesia Parroquial de San Juan Bautista constituye el principal referente del municipio, un edificio gótico-renacentista con una nave principal y diversas capillas laterales, que alberga retablos barrocos e imágenes religiosas de notable valor histórico y artístico. Además, dispersas por el término municipal, se encuentran ermitas y pequeñas capillas que reflejan la devoción popular y las tradiciones locales. Estas construcciones, junto con la arquitectura civil tradicional —casas de piedra y adobe, con corredores y patios—, conforman un paisaje urbano que aún conserva la esencia de la vida rural castellana.
El entorno natural que rodea el pueblo, con sus campos de cultivo y pequeñas zonas de ribera, se combina con elementos históricos, como antiguos molinos o pasos de agua, que recuerdan la relación histórica de la comunidad con la agricultura y el aprovechamiento de los recursos locales.
Festividades
Las celebraciones de Villovieco mantienen viva la tradición y la cohesión social del municipio. La fiesta de San Juan Bautista, el 24 de junio, es la más importante y se celebra con misa, procesión y actividades culturales y lúdicas en la plaza del pueblo, donde vecinos y visitantes se reúnen en torno a la figura del patrón. A estas festividades principales se suman romerías y celebraciones relacionadas con la cosecha y el ciclo agrícola, que reflejan la profunda conexión del municipio con la tierra y sus costumbres centenarias.
Actualidad
Villovieco sigue siendo un municipio pequeño y tranquilo, donde la vida rural convive con iniciativas de carácter cultural y turístico. La agricultura continúa siendo un pilar de la economía local, complementada por servicios y actividades vinculadas al turismo rural y a la Ruta Jacobea. Los peregrinos que atraviesan Villovieco mantienen viva la tradición de hospitalidad y contribuyen a la dinamización cultural del municipio.
Además, se han desarrollado proyectos de conservación del patrimonio y de promoción cultural, que buscan tanto preservar la historia como fomentar el desarrollo sostenible. Villovieco combina así la tranquilidad de un entorno rural con una rica memoria histórica, ofreciendo a vecinos y visitantes la posibilidad de recorrer sus calles y paisajes mientras descubren siglos de historia castellana.





