El retablo de S. Miguel Arcángel en Castiello de Jaca
El retablo de San Miguel Arcángel en Castiello de Jaca, ha sido restaurado recientemente gracias al convenio de colaboración suscrito por el ayuntamiento y la iglesia parroquial de esta localidad perteneciente a la diócesis de Jaca. La ilusión y el compromiso de su párroco, alcalde y feligreses por conservar y trasmitir a futuras generaciones la historia y tradiciones de esta villa medieval punto de confluencia en el camino de Santiago Francés, culmina con esta importante obra de restauración de su retablo mayor. En campañas anteriores se ha llevado a cabo la recuperación de otra de las joyas patrimoniales que alberga la cabecera de esta iglesia, la venerada “Arqueta de las Cien Reliquias” situada en un pequeño nicho con arquería decorado con pinturas murales.
Este magnífico retablo barroco de cuerpo conformado por tres calles articuladas con columnas salomónicas, tiene su autoría documentada y fue realizado por los escultores Jusepe y Francisco de Ruesta, vecinos de Jaca y el pintor y dorador Jusepe Tafalla. Está fechado en la rodilla de Santa Orosia en 1685. El titular de la iglesia, San Miguel Arcángel se encuentra en la hornacina central con San Sebastián y Santa Orosia que se sitúan en las laterales. En el ático el grupo de la Crucifixión y dos santos más y en la zona baja de la predela, los relieves de San Ambrosio, San Gregorio, San Pedro, San Pablo, San Jerónimo y San Agustín con sus correspondientes atributos.
Sus esculturas y mazonería están decorados con un variado repertorio de dorados, policromados y estofados al temple proteico de gran calidad, con motivos vegetales o figurados que simulan labores adamascadas para los vestidos y capas a base de rajados, punteados, ojeteado, mosaicos y escamados. El dorado al agua que recubre esta obra es de una excelente ejecución y contiene una pureza en su lámina de oro del 98%. Desgraciadamente la iglesia fue saqueada en 1991, desapareciendo entre otras piezas, los tres relieves y el remate que decorarían el sagrario (en su puerta se representaría la Resurrección), así como las dos escenas laterales posiblemente de La Anunciación y la Presentación de Jesús en el templo.
Restauración
La obra había sufrido el ataque de insectos xilófagos (especialmente termitas) que se encontraban activas en el momento de iniciar los trabajos de restauración, por ello se ha encargado a una empresa especializada la colocación de cebos para eliminar dicha plaga. También se ha aplicado insecticida contra termita y carcoma a todo el soporte lígneo mediante pulverización y embolsado de las piezas exentas más pequeñas. La estructura del retablo se reforzó por el reverso introduciendo un entramado de vigas de madera nueva tratadas, que apean en el suelo para garantizar su estabilización, pues la parte baja del retablo estaba cediendo y las hornacinas laterales se hundían.
Las zonas perdidas por el ataque de los insectos en el anverso, se han repuesto también con madera y aquellas más debilitadas o completamente huecas (columnas, base de las hornacinas, esculturas y predela) se consolidaron mediante inyección o impregnación con resinas acrílicas o epoxídicas, pastas sintéticas y estuco tradicional (a base de cola orgánica y yeso).
El siguiente paso consistió en la retirada de los elementos ajenos al altar (cableado eléctrico, clavos, alambres, etc.). La fijación puntual de las numerosas zonas en riesgo de desprendimiento en la policromía, carnaciones y dorados se llevó a cabo mediante empapelado con adhesivo orgánico, presión y calor moderado. Los test de solubilidad, catas de limpieza y la toma de muestras para su análisis químico, determinó la estrategia a seguir durante las labores de limpieza mecánico-química. Se han retirado los depósitos de suciedad superficial como polvo o escurridos de cera o aceite así como las capas oxidadas de barnices o repintes mediante “solvent gel” y mezclas de soluciones acuosas y emulsiones, controlando los parámetros de conductividad y PH.
Las zonas de pérdida matérica -reintegración volumétrica- en grietas y lagunas se efectuaron con injertos de madera y estuco a base de cola animal y yeso o resina epoxídica (araldit madera). La reintegración cromática de las lagunas se ha realizado con carácter diferenciador mediante acuarela con la técnica del estarcido o ligeras veladuras. Se han repuesto las manos en las figuras mediante piezas de resina obtenidas a partir de moldes de los originales conservados.
Finalmente se ha aplicado una capa de barniz como medida de protección de reversibilidad probada. El retablo se ha liberado del cemento en los laterales y el basamento para favorecer su ventilación y evitar el aporte de humedad y sales desde el muro.
Agradecimientos y colaboraciones
Al valioso apoyo del alcalde de Castiello de Jaca, Álvaro Salesa, que en todo momento a lo largo de estos años no ha cejado en su empeño de llevar a cabo la restauración de este retablo y todo el valioso patrimonio que alberga la iglesia de esta villa.
A su párroco Jesús Puyal, que me confió la restauración de esta magnífica obra de arte así como las llaves de la iglesia, facilitándome en todo momento los trabajos de restauración; con el apoyo de la Diócesis de Jaca en la figura de su obispo, D. Julián Ruiz y del delegado diocesano de Patrimonio y ecónomo, Jesús Lizalde. Al archivero de la Diócesis de Jaca Felipe García por su trabajo de recopilación de información sobre la iglesia de Castiello y su retablo así como a su antiguo párroco Ángel Ardevines.
A los técnicos del Ayuntamiento de Castiello de Jaca Sergio Pastor y su compañero Erik Andueza; a Pedro Grasa, de Pinturas Grasa, por la colocación del andamio; a carpintería Senera, especialmente a Ángel Rapun; a Sergio Gracia de la empresa constructora J.M. Dieste S.L. y a la empresa Anticimex (Huesca) de control de plagas. Laboratorio de analítica Larco Química y Arte, Dr. Enrique Parra.
Autora: Susana Navarro Cubero,»Custodiarte». Licenciada en Historia del Arte y graduada por la Escuela Superior de Conservación y Resturación de Bienes Culturales de Madrid.
