Han pasado 39 años desde que se celebró por primera vez la ya famosa Feria del Ajo de Castrojeriz. Lo que empezó casi como una broma de los jóvenes ha ido ganando adeptos y fama hasta llegar a ser uno de los momentos más significativos del año en la provincia.
La Feria ha evolucionado mucho con el paso de los años y ahora los festejos duran hasta un mes, del 15 de julio al 15 de agosto. Todo este periodo está lleno de actividades para todas las edades que van desde conciertos de orquestas, discomoviles o juegos populares.
«La feria empezó como una forma de incentivar la compra venta de ajos y ha ido creciendo hasta ahora que tenemos hasta un concurso de trenzado de ristras» comentaba la alcaldesa del municipio, Beatriz Francés.
Los preparativos para el día de la feria comienzan el día anterior cuando muchos vecinos del pueblo e incluso peregrinos de paso, se reunen para pelar y picar los 14 kilos de ajos que van a ser utilizados en las dos elaboraciones que confoman el menú: sopas de ajo y pollo al ajillo.
Mientras que las sopas se encargan de realizarlas los miembros de la Peña Virgen del Manzano, para el cocinado del pollo se juntan a las 8 de la mañana distintas personas del municipio el día de la feria y acaban de pelar los 600 kilos de muslos y contramuslos que se comerán esa noche. Una vez limpias las aves, estas son llevadas hasta las manos de Victor.
Victor García Peral es el encargado desde hace ocho años de cocinar el pollo al ajillo que se degustará en la cena y para ello pasa toda la mañana frente a los fogones friendo unas 4.000 raciones de este manjar que luego por las tardes las peñas se encargan de rematar para poder ser disfrutado en la cena.
Pero no toda la feria es comer, también se puede disfrutar de las decenas de puestos que los agricultores de la zona ponen para vender sus productos siempre dando especial relevancia al rey de la fiesta, el ajo.
Cuando llega la tarde es el momento del pregón que este año lo realizará Alejandro Sarmiento, director gerente del Museo de la Evolución Humana. Una vez finalizado éste, las autoridades se dirigen al lugar designado para la cena y hacen la cata inicial de los dos platos una vez los han probado ya puede seguir el resto del pueblo.
Una vez la cena ha finalizado se da paso a la fiesta en la plaza del pueblo con el acompañamiento de la música a cargo de la verbena o discomovil de turno que se alarga hasta altas horas de la noche para disfrute de los jóvenes del pueblo. Estos mismos son los que pelean contra el sueño al día siguiente para participar en la carrera popular que como la cena del día previo es totalmente gratuita.
Para que todos puedan disfrutar de la fiesta, incluso los mayores que no pueden salir de su hogar, el ayuntamiento se encarga de llevar sopas y pollo a la residencia de ancianos que hay en el pueblo y al monasterio.
El consistorio también se encarga de invitar a los diferentes alcaldes de las localidades más cercanas como forma de atraer más visitantes ya sean de la provincia de Burgos o de Palencia dada su cercanía a Castrojeriz.
Para esta edición número 39 la alcaldesa se espera a unos 2.500 asistentes de diferentes puntos de Castilla y León, que podrán disfrutar con todo lo referente al ajo y a esta «maravillosa feria».
JAVIER MATÉ BURGOS – Diario de Burgos